PALMA.- La llegada de Bartomeu Salvà (Felanitx,
1968) al Museu de Mallorca supone un giro copernicano en la concepción y
gestión de un centro complejo en el que actualmente están implicadas
tres instituciones: el Ministerio de Cultura, el Govern y el Consell,
esta última futura gestora del museo a la espera de que se diseñen las
claves del traspaso competencial, publica Diario de Mallorca.
Los cambios van a sucederse por
distintos flancos. En primer lugar, porque la balanza va a empezar a
inclinarse por la prehistoria y la arqueología. La anterior directora
Joana Maria Palou, historiadora del arte y conservadora, ostentaba un
perfil ligado a las Bellas Artes, sección que el nuevo gestor no quiere
ni olvidar ni descuidar.
La
elección de Salvà es también un gesto institucional para recobrar el
apoyo del colectivo de arqueólogos, que le declaró la guerra a Palou y
"con quien ya no había comunicación", desvela el propio Salvà. La
división entre ambas partes venía por la interpretación de la ley a la
hora de entregar al museo el material de las excavaciones. Los
arqueólogos le afeaban a la exdirectora que fuera tan estricta. Una
rigidez que llegaron a tildar de "irracional". El nuevo director asegura
que trabajará para establecer "una manera lógica" para depositar el
material. "Hay que combinar lo que dice la ley, pero también facilitar
la labor. Me voy a reunir con los técnicos y con los arqueólogos para
consensuar unas normas básicas que sean legales y racionales", avanza.
Salvà
es consciente de que hay muchos restos arqueológicos que no han sido
entregados al museo por los problemas anteriormente citados. "Me consta
que los arqueólogos quieren hacerlo, nadie quiere quedarse nada",
asegura. Cuando eso suceda, aflorarán los problemas de almacenamiento y
custodia de los mismos. "Son Tous está prácticamente lleno. Sé que la
conselleria tiene medio encaminada la habilitación de otro espacio para
este fin", anuncia a este diario.
La
investigación del centro discurrirá también por los senderos de la
arqueología. "Hace 20 años que no se lidera un proyecto de investigación
en este sentido aquí. Tanto el museo de Eivissa como el de Menorca
siempre han excavado", argumenta. Salvà confiesa que ahora mismo tiene
tres o cuatro proyectos en mente. "A finales de 2018 o en 2019, el Museu
de Mallorca liderará uno o dos potentes y buscará los mejores equipos
para llevarlos a cabo", continúa. Para desarrollar esta área, el
director contará en breve con un nuevo técnico medio (proveniente de la
bolsa de interinos) que se centrará en arqueología y didáctica. Y al
personal actual se sumará un administrativo. El horario del centro
también se ampliará una hora en mayo o junio. "Con nueve ordenanzas
podremos tener las puertas abiertas hasta las 19 horas", apunta.
Salvà
recalca que su línea prioritaria será abrir el museo a la ciudadanía.
"Haremos talleres, cenas romanas, cine, impulsaremos dinámicas con los
colegios, mesas redondas, etc." "Me gustaría poner una tienda con más
cosas y una cafetería", añade. "Y me quiero reunir con todo el mundo
también, desde las asociaciones de vecinos, pasando por el colectivo
docente o la Arqueològica Lul·liana", enumera. Y reforzar la presencia
del centro en las redes sociales.
En
cuanto al bajo presupuesto, el director considera que hay que luchar
por encontrar financiación exterior para los proyectos, "o proyectos
europeos". "Yo tengo mis redes de contactos de hace años con otros
equipos de investigación de fuera y quizá sería posible conseguir cosas
interesantes por esa vía", comenta. "Puede ser también una ayuda para
catalogar, pues vamos atrasados", reconoce.
La primera gran
exposición del nuevo gestor del centro podría ser una muestra del
Talayótico final coincidiendo con la presentación de nuevo de la
candidatura Menorca Talayótica a Patrimonio de la Humanidad. "Tenemos
una cultura única en el mundo y es aquí donde están los especialistas
que saben más del tema", manifiesta. "La prehistoria de Balears ha
avanzado muchísimo en los últimos años. Se saben cosas nuevas. Y creo
que sería un buen momento para difundir todo ese conocimiento", añade.
Salvà
tiene algunos modelos de museo de los que extraer ideas para el de
Mallorca. "El de la Ciutat de Barcelona es uno. En Alicante hay otro que
es fantástico. Para mí, lo importante es el mensaje que queremos
transmitir en este centro y no tanto las piezas en sí", refiere.
Cambio en los requisitos
Lo
que también ha cambiado son los requisitos para acceder a la plaza de
dirección del museo. Según las bases publicadas por la conselleria de
Cultura, ahora ya no era necesario pertenecer al cuerpo facultativo de
conservadores de museos, en el que sí estaba Palou. El arqueólogo es
profesor asociado de la UIB, codirector de las excavaciones de los
Closos de Can Gaià y con plaza docente en el IES Emili Darder. Ganó el
concurso para el cargo de director, está en comisión de servicios y se
le renueva cada año.
Bous’ de Costitx: “Me gustaría que estuvieran aquí”
Al
nuevo director del centro le gustaría mucho que los bous de Costitx
pudieran estar en el Museu de Mallorca. “Pero lo cierto es que tenemos
un fondo espectacular”, apunta. En estos momentos, explica que la
conservadora del centro está trabajando en el proyecto museográfico de
la prehistoria. “La parte de historia antigua también se está
elaborando”, informa.
En cuanto a los fondos de Bellas Artes,
anuncia que lo próximo que se hará con ellos es renovar la colección
expuesta para dar visibilidad al papel de la mujer a lo largo de la
historia. Respecto a la muestra del periodo talayótico final que ronda
su mente, sabe que necesitará financiación externa para poder
realizarla.
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