MADRID.- Mucho se ha hablado y escrito del bajón en las perspectivas electorales de Podemos,
pero pocas veces se han escuchado en público reflexiones tan
autocríticas por parte de la dirección nacional como las que este sábado
hizo Íñigo Errejón en las que reconoció que el electorado de Podemos está sumido en la
"desmoralización" y en la "frustración" por que no se fuera capaz de
echar a Mariano Rajoy en 2016 en las fallidas negociaciones con el PSOE.
Una suerte de pecado original que sigue persiguiendo al partido de Pablo Iglesias
dos años después y que el líder de Podemos trata de quitarse de encima
promoviendo de manera cíclica una moción de censura. Como hizo otra vez
este sábado, recuerda El Mundo.
La
"frustración" por no haber sido capaz de echar a Rajoy se une a otros
factores como el problema independentista en Cataluña y la mejora de los
"vientos económicos" que, según explicó Errejón, son las tres grandes
causas que han instalado en España
"un clima de enfriamiento" y de abatimiento que está lastrando las
opciones de la izquierda.
Con un auge del bloque de centro derecha y una
desmovilización entre los votantes de izquierdas. Un clima que
considera que se puede "transformar" pero, avisó, que para eso el
"primer paso" es "reconocer" la situación para poder superarla.
Sin embargo, lejos de aproximarse a esta reflexión, la rama oficialista de Podemos proclamó este sábado que están con el "ánimo subido", durante la conclusión de unas jornadas de trabajo en la Universidad Complutense de Madrid, que bajo el nombre de "En Marcha" dieron el pistoletazo de salida a la precampaña de Podemos en la carrera de las elecciones municipales, autonómicas y europeas de mayo de 2019.
Un triunfalismo forzado que Iglesias también intentó avivar en su intervención de cierre de jornadas alentando la idea de que si se avanza en ayuntamientos y comunidades el próximo año, "en 2020 a la Moncloa".
Sin embargo, lejos de aproximarse a esta reflexión, la rama oficialista de Podemos proclamó este sábado que están con el "ánimo subido", durante la conclusión de unas jornadas de trabajo en la Universidad Complutense de Madrid, que bajo el nombre de "En Marcha" dieron el pistoletazo de salida a la precampaña de Podemos en la carrera de las elecciones municipales, autonómicas y europeas de mayo de 2019.
Un triunfalismo forzado que Iglesias también intentó avivar en su intervención de cierre de jornadas alentando la idea de que si se avanza en ayuntamientos y comunidades el próximo año, "en 2020 a la Moncloa".
"A los que sueñan
con vernos fuera de combate, les decimos que aquí seguimos y que
seguimos trabajando para ganar", sentenció.
Ese
optimismo contrasta con el choque de realidad que una hora antes había
hecho Errejón. "Claramente, no parece que estemos en un momento político
de avanzada", admitió el secretario de Análisis Estratégico y de Cambio
Político durante su conferencia. Un escenario que dijo que había que
comentar para "analizarlo" porque si se niega, incidió, Podemos deja de
ser una fuerza revolucionaria para convertirse en un "club de
autoayuda".
"La reelección de Mariano Rajoy ha sumido a amplios sectores de la población española en una desmoralización o frustración. También porque una parte de la gasolina que nos propulsó tan rápido era la de la posibilidad de una victoria inmediata", señaló Errejón. En este sentido, ahondó en que las negociaciones fallidas han hecho mella en la gente de izquierdas y más con el cruce de acusaciones entre PSOE y Podemos.
"Hemos perdido mucho tiempo en una pelea táctica permanente entre nosotros y el PSOE sobre quién tiene la culpa y mientras hacemos eso la suma de ambas fuerzas progresistas ha pesado menos", dijo sobre el retroceso electoral de las encuestas. Llevando a muchas personas que se habían "ilusionado mucho" a decir "mientras os decidís me quedo en casa".
Hecha la autocrítica, Errejón mostró su confianza en la fórmula para revertir la situación. Pidió superar la crisis con "certezas", generando "confianza" en amplios sectores populares y movilizando "a los de abajo" con el mensaje de que encarnan una "posibilidad de transformación". Y no insistiendo sólo en que PP o Ciudadanos "son muy malos".
"La reelección de Mariano Rajoy ha sumido a amplios sectores de la población española en una desmoralización o frustración. También porque una parte de la gasolina que nos propulsó tan rápido era la de la posibilidad de una victoria inmediata", señaló Errejón. En este sentido, ahondó en que las negociaciones fallidas han hecho mella en la gente de izquierdas y más con el cruce de acusaciones entre PSOE y Podemos.
"Hemos perdido mucho tiempo en una pelea táctica permanente entre nosotros y el PSOE sobre quién tiene la culpa y mientras hacemos eso la suma de ambas fuerzas progresistas ha pesado menos", dijo sobre el retroceso electoral de las encuestas. Llevando a muchas personas que se habían "ilusionado mucho" a decir "mientras os decidís me quedo en casa".
Hecha la autocrítica, Errejón mostró su confianza en la fórmula para revertir la situación. Pidió superar la crisis con "certezas", generando "confianza" en amplios sectores populares y movilizando "a los de abajo" con el mensaje de que encarnan una "posibilidad de transformación". Y no insistiendo sólo en que PP o Ciudadanos "son muy malos".
Porque de lo
contrario, no puede descartarse que la "desmoralización" pueda
continuar. Y eso pasa por adoptar su discurso por el cambio de los
"vientos económicos". "No podemos mantener el mismo discurso de 2014",
dijo. "A nosotros como fuerza transformadora no nos toca hacer un
discurso catastrofista".
Por su parte, Iglesias hizo un discurso más agitador durante el mitin de cierre de jornadas. Animando al partido para la cita electoral de 2019 para sentar las bases de las elecciones generales del año siguiente. Para ello, estableció como reto de Podemos "mantener" los ayuntamientos gobernados por Podemos y "extender el ejemplo" en otros, así como avanzar en las comunidades autónomas, especialmente, la de Madrid. Donde Podemos fía sus opciones de recuperar la moral y volver a creer.
Por su parte, Iglesias hizo un discurso más agitador durante el mitin de cierre de jornadas. Animando al partido para la cita electoral de 2019 para sentar las bases de las elecciones generales del año siguiente. Para ello, estableció como reto de Podemos "mantener" los ayuntamientos gobernados por Podemos y "extender el ejemplo" en otros, así como avanzar en las comunidades autónomas, especialmente, la de Madrid. Donde Podemos fía sus opciones de recuperar la moral y volver a creer.
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