MADRID.- El turista europeo tiene en sus vacaciones un aliado que para muchos
puede haber pasado desapercibido: el euro. Durante los últimos años ha
sido habitual ver cómo muchos países devaluaban sus monedas, o
intentaban mantenerlas a precios bajos frente a otras, con la intención
de exprimir las exportaciones, tal como recuerda elEconomista.
Parece que una moneda débil es algo que todo el mundo quiere,
obviando el impacto positivo que conlleva una revalorización de tu
divisa: fuera de la eurozona, por ejemplo, el poder adquisitivo aumenta
para un europeo que cobra en euros si la moneda se encarece frente a
otras.
Así, la fortaleza de la divisa europea durante los últimos meses
es algo que celebrar para el viajero, siempre y cuando haya elegido el
destino adecuado. En esta ocasión no será difícil evitar lugares en los
que el tipo de cambio este año sea negativo para el turista europeo:
apenas un puñado de divisas se han revalorizado frente al euro desde la
Semana Santa de 2017, mientras que aquellas que se han depreciado se
cuentan por decenas.
Duarte Líbano Monteiro, director general de Ebury
para España y Portugal, explica cómo "la devaluación de algunas monedas
en el último año frente al euro ha supuesto una oportunidad para
aquellos que salgan de vacaciones con destino a algún país fuera de la
zona euro durante la Semana Santa".
Para entender las subidas que ha experimentado el euro en los últimos
12 meses, hay que recordar la tensión que sufrió la divisa durante la
primera mitad del año pasado por el temor a que los resultados
electorales en la eurozona pusiesen en peligro la continuidad de la
eurozona tal y como la conocemos.
Sin embargo, Le Pen perdió en Francia y
Wilders en Holanda, una clara victoria para los partidarios de la Unión
y su divisa, y esta última ha recogido los frutos.
Además, la economía
de la región ha sufrido un impulso durante los últimos meses, algo que
Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, ya reconoció en el
foro de Sintra el 27 de junio, y su discurso entonces fue recogido con
fuertes alzas de la divisa en la mayor parte de sus cruces, que han
continuado hasta hoy de forma general.
Los mejores destinos
Según
el incremento en poder adquisitivo en el último año que ha generado el
avance del euro, en este periodo vacacional Argentina se presenta
especialmente atractivo para el viajero europeo que haya decidido viajar
al país presidido por Macri.
Con la misma cantidad de euros en el
bolsillo, este año el turista pudo comprar el doble de productos que en
la pasada Semana Santa, ya que la divisa europea ha subido más de un 54%
frente al peso argentino durante el último ejercicio, hasta los 24,87
pesos por euro.
Sin embargo, en el caso de Argentina es clave tener en
cuenta la inflación, en niveles de casi el 27% interanual, que reducen
significativamente el incremento en el poder adquisitivo.
El siguiente destino vacacional más interesante por la subida del
euro también es latinoamericano: Brasil, el país de la selva amazónica
por excelencia. La moneda europea ha subido más del 22% durante los
últimos 12 meses en el cruce con el real, hasta los 4,03 reales por
euro, y en este caso la inflación está mucho más controlada; cerró el
año 2017 en una tasa interanual del 2,82%, por lo que su impacto será
mínimo en el bolsillo de quien viaje al país carioca.
Para quien prefiera viajar al sudeste asiático, también en esta
región hay países en los que la misma cantidad de euros pesará más en el
bolsillo del turista: Filipinas es el siguiente país cuya divisa ha
caído más frente a la europea, un 21,6%, hasta los 64,13 pesos por cada
euro, con una inflación interanual que no alcanza siquiera el 3,5%.
Hay
otros destinos que pueden ser interesantes, en los que la moneda europea
se ha revalorizado más del 15% frente a sus monedas durante el último
año, repartidos por todo el mundo: Rusia, donde el cruce del euro con el
rublo ha subido un 18%; India, con casi el 17% de subida; Hong Kong,
con un porcentaje similar, o México, con un repunte de casi el 16%.
El
caso de Estados Unidos es ahora especialmente destacable. El euro
cotizaba por debajo de los 1,06 dólares la pasada Semana Santa, y a esta
llegó rozando 1,23, un incremento de más del 15% que durante los
últimos años no ha sido nada habitual, ya que han estado marcados por
las caídas del euro frente al billete verde.
Sin embargo, el último año
ha sido diferente: a pesar de la subida de tipos de la Reserva Federal y
de que los estímulos siguen presentes en la eurozona, el interés que ha
hecho público el Gobierno de Donald Trump por mantener al dólar bajo se
ha dejado notar en el mercado, generando esas fuertes subidas para el
euro y caídas para el dólar.
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