A nivel mundial, se estima que el 95% de los niños reciben al menos una dosis de alguna vacuna. Esta cifra es asombrosa: ninguna otra intervención de salud pública llega a más niños y afecta a más familias.
Sin embargo, a pesar de esta elevada tasa de contacto inicial, sólo el 37% de los niños de los países más pobres del mundo están totalmente inmunizados, lo que significa que reciben el ciclo completo de vacunas recomendadas. En última instancia, muchos niños se quedan sin una protección completa y son vulnerables a muchas enfermedades prevenibles por vacunación.
Hay
varias razones que explican las bajas tasas de cobertura, entre ellas
la baja calidad de los datos de la población y la dependencia de
sistemas anticuados para hacer un seguimiento de las inmunizaciones,
pero un problema crítico es el uso continuado de sistemas basados en el
papel para registrar las dosis que se han administrado e indicar cuándo
un niño tiene que volver a recibir refuerzos.
Lamentablemente,
los registros en papel que se conservan en una clínica suelen ser
difíciles de analizar y las tarjetas de vacunación que se entregan a las
familias son propensas a perderse y a presentar imprecisiones. Sin un
registro persistente y portátil que pueda vincularse de forma exclusiva
al niño, a menudo es difícil determinar la atención que necesita un
niño.
En noviembre, el Dr. Seth Berkley, director general de
Gavi, la Alianza para las Vacunas, escribió un artículo para Nature en
el que subrayaba la necesidad urgente de pasar a sistemas digitales -en
concreto, para identificar y seguir a los que actualmente no están
vacunados- para lograr una cobertura de inmunización del 100%.
Este
mensaje se vio reforzado en la reunión del Foro Económico Mundial de
este año en Davos (Suiza), donde Gavi anunció que la identidad digital
era el objetivo de su programa INFUSE 2018. INFUSE -Innovación para la
aceptación, la escala y la equidad en la inmunización- tiene como
objetivo identificar y apoyar soluciones innovadoras que tienen el
potencial de modernizar la salud mundial y la prestación de la
inmunización.
Este
año, Gavi está centrando sus esfuerzos en la identificación de
oportunidades para que las tecnologías de identidad digital ayuden a
facilitar una mejor orientación, seguimiento y prestación de servicios
de inmunización para los niños más vulnerables del mundo.
La
inmunización representa una enorme oportunidad para ampliar la identidad
digital: en muchos países en desarrollo, la cobertura de inmunización
supera ampliamente las tasas de registro de nacimientos. Según las
mejores estimaciones disponibles, más del 95% de los niños de todo el
mundo reciben al menos una dosis de una vacuna (el 86% de los niños de
todo el mundo reciben las tres dosis recomendadas de la vacuna contra la
difteria, el tétanos y la tos ferina, que se suele utilizar para medir
la cobertura de inmunización).
Cuando
un niño recibe su primera vacuna, recibe una tarjeta de salud infantil
en papel. En muchos países en desarrollo, la forma más común de
identificación no es el certificado de nacimiento, sino esta tarjeta. La
casi omnipresencia de estos documentos supone una enorme oportunidad.
Pasar
de las tarjetas sanitarias de papel, que se pierden o estropean con
facilidad, a un formato digital accesible reduciría la carga asociada al
seguimiento de las vacunas de un niño y eliminaría el papeleo
redundante o innecesario. Las tarjetas sanitarias digitales pueden
mejorar las tasas de cobertura y el cumplimiento de las vacunas al
incitar a los padres a llevar a sus hijos para las dosis posteriores
necesarias.
Para los trabajadores sanitarios, la tecnología de identidad digital valida las vacunas anteriores de un niño y puede agilizar el análisis y la divulgación, sin añadir una complejidad significativa al flujo de trabajo del trabajador sanitario.
Y
para Gavi y sus socios internacionales, la tecnología de identificación
digital proporciona una base para un sistema de pruebas verificables y
datos agregados precisos que interoperan con otros sistemas de gestión
de identidad, negando la necesidad de que cada organización identifique
independientemente a los beneficiarios.
Y como la vacunación se
lleva a cabo en la infancia, dotar a los niños de una tarjeta sanitaria
infantil digital les daría una identidad digital única y portátil en los
primeros años de vida. Y a medida que los niños crecen, su tarjeta
sanitaria infantil digital puede utilizarse para acceder a servicios
secundarios, como la escuela primaria, o facilitar el proceso de
obtención de credenciales alternativas.
En
efecto, la tarjeta sanitaria infantil se convierte en el primer paso
para establecer una identidad legal y ampliamente reconocida.
A
su vez, disponer de un registro de salud persistente y portátil
vinculado exclusivamente al niño ayudará a aumentar las tasas de
cobertura de inmunización completa al impulsar el seguimiento y
dirigirse mejor a los niños más difíciles de alcanzar.
Para hacer
posible la identidad digital a escala, tendremos que identificar y
aprovechar muchos puntos de entrada. La prestación de servicios de
vacunación representa una gran oportunidad para proporcionar a los niños
una identidad digital duradera, portátil y segura en las primeras
etapas de su vida, lo que permite el acceso a una gama más amplia de
servicios sociales, al tiempo que mejora el acceso a las intervenciones
de salud que todos los niños necesitan y merecen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario