¡Hemos ganado!", ha publicado Orbán en su cuenta en Twitter en un escueto mensaje, aunque más tarde ha comparecido ante sus simpatizantes para un discurso más amplio.
"Hemos conseguido una gran victoria", ha apuntado antes de agradecer el apoyo de los voluntarios "que aman a su patria" y los votos tanto dentro como fuera del país. "Quiero enviar un mensaje a los húngaros de Transcarpatia: no temáis insistir, la patria está con vosotros", ha destacado.
Además, Orbán ha asegurado que "haremos todo lo posible para ganarnos la confianza" depositada. En esta "noche de felicidad", el mandatario ha recordado que su partido ganó en 2010, con el antiguo sistema electoral; en 2014, cuando la izquierda estaba separada; en 2018, cuando la izquierda "se unió parcialmente contra el partido gobernante", e "incluso ahora, que la oposición estaba totalmente unida".
"No importan las tácticas, las intrigas. Al final siempre gana el corazón, una pasión común llamada Hungría", ha remachado.
Orbán ha aprovechado para lanzar un mensaje a la UE, muy crítica con sus reformas legislativas, a los "burócratas de Bruselas" y al "imperio Soros".
"Grandes centros de poder y organizaciones internacionales han ido en nuestra contra. Ahora pueden decir que cada céntimo que han dado a la izquierda húngara ha sido un desperdicio", ha afirmado.
"Pero no debemos olvidar que no solo tenemos enemigos, sino también amigos en el mundo: creo que también hay corazones buenos entre nuestros amigos estadounidenses, polacos, italianos, españoles, serbios, eslovacos y austriacos que han estado con nosotros y nos han ayudado en los últimos meses", ha destacado.
Orbán les ha dedicado a ellos esta victoria, que "no es solo nuestra victoria, sino también su victoria, porque el mundo entero ha podido ver esta noche aquí en Budapest que han ganado las políticas cristiano-demócratas, las políticas conservadoras burguesas y las políticas patrióticas".
La formación de Orbán se impone así claramente a la coalición opositora Unidos por Hungría, que aglutina a seis formaciones y tiene como abanderado a Peter Marki-Zay y que ha logrado un 34,41 por ciento de los votos en una jornada electoral que se ha desarrollado con tranquilidad.
Estos datos tiran por tierra las previsiones que apuntaban a una disputa reñida entre Fidesz y la coalición Unidos por Hungría y certifican el rumbo conservador que propone Orbán, que controlará en torno a 122 de los 199 escaños, por 77 de la coalición opositora.
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