"Los obispos presentes han manifestado su dolor por el daño causado por algunos miembros de la Iglesia con los abusos sexuales y reiteran su petición de perdón a las víctimas", indicó la Conferencia Episcopal Española (CEE) en un comunicado emitido tras una asamblea extraordinaria celebrada para valorar el informe de la comisión independiente publicado el viernes.
Aunque sin ofrecer una cifra exacta, el informe recogió una encuesta según la cual un 0,6% de la población adulta española (más de 200.000 personas de un total de 39 millones) afirmó haber sufrido abusos sexuales por religiosos católicos cuando eran menores.
La cifra aumenta a 1,13% de la población adulta (equivalente a más de 400.000 víctimas) si se cuentan los abusos cometidos por laicos en ámbitos religiosos, católicos o de otras confesiones.
"Duelen los abusos cometidos en la Iglesia. Sorprende también la extrapolación que se hace de los datos obtenidos en una encuesta adjunta al informe", lamentó la conferencia episcopal.
"No corresponden a la verdad ni representan al conjunto de sacerdotes y religiosos que trabajan lealmente y con entrega de su vida al servicio del Reino", agrega el comunicado.
Este martes por la mañana, está previsto que los portavoces de la CEE concedan una rueda de prensa sobre el tema.
Tras catorce meses de trabajo, una comisión independiente coordinada por el Defensor del Pueblo (ombudsman) publicó el viernes los hallazgos de la primera gran investigación sobre los abusos a menores en la Iglesia Católica en España, donde por décadas las víctimas denunciaron la opacidad de la institución religiosa.
Los casos se remontan a la década del 1940, pero en su gran mayoría ocurrieron entre 1970 y 1990, una época que abarca desde el inicio de la dictadura franquista (1939-75), que tenía en la Iglesia uno de sus pilares, hasta la democracia.
El comunicado de este lunes, en el que los obispos afirman considerar "valiosas las recomendaciones" que contiene el documento y muestran su voluntad por trabajar conjuntamente para "poner fin a esta lacra que afecta a toda la sociedad", rebaja el tono de la primera reacción del presidente de la CEE.
En un mensaje en la red social X, el cardenal Juan José Omella, afirmó el sábado que "las cifras extrapoladas por algunos medios son mentira y tienen intención de engañar".
Según Omella, la Iglesia española tiene constancia de "1.125 casos".
En medio de una fuerte presión política, la CEE encargó el año pasado una auditoría sobre el tema a un despacho de abogados, que ahora ha solicitado más tiempo para culminar su trabajo.
Este lunes, los obispos se emplazaron a su próxima reunión para decidir sobre el futuro del encargo.
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