Este tema llega a los límites de la maldad humana, está
amparado en un vacío legal, y es muy real en la actualidad.
Las armas de energía dirigida son dispositivos que transportan
energía dañina a través de ondas electromagnéticas, o partículas
atómicas o subatómicas. Permiten asesinar a distancia con tanta
finura y discreción que ni siquiera las víctimas llegan a enterarse
del ataque.
Extraños ataques
al corazón, muertes súbitas y extrañas desapariciones de personas
molestas al sistema como los
activistas disidentes no son
otra cosa que el resultado de estas armas siniestras y
malignas.
El objetivo es mantener al público en la ignorancia
para que sea incapaz de comprender la tecnología y los métodos
utilizados para su control y su esclavitud. Por
ejemplo, recuerdo haber visto en Internet una exótica pistola de
ondas de la CIA para producir ataques de corazón, y fue borrada de
la red rápidamente. No tuve la precaución de hacer una captura de
pantalla. También existen
armas de pulso electromagnético,
capaces de bloquear cualquier avión o automóvil y provocarle un
accidente.
La
estrategia de la distracción
es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por
los conocimientos esenciales en el área de la ciencia, la economía,
la psicología, la neurobiología y la cibernética. Se trata de
mantener la atención de público distraída y alejada de los
verdaderos problemas sociales, y cautivada por temas sin
importancia real como el fútbol o la prensa rosa.
Es decir, mantener a la gente totalmente ocupada y sin
ningún tiempo para pensar.
Este tipo de armas no son visibles como un rayo láser, sino
invisibles como un haz de microondas o de partículas dañinas,
pero tan letales como cualquier arma convencional. Esto explicaría
las muchas muertes extrañas que se han producido en todo el mundo
como la de Hugo Chávez o la de Yaser Arafat.
Reciben distintos nombres como artillería silenciosa, bombardeo
inalámbrico, rayo de la muerte, asesinato científico,
neuro-armas, armas neuro-electro-magnéticas, holocausto
silencioso mundial, o el eufemismo cínico de “dispositivos
para control de masas”, pero es el medio más criminal,
cobarde e insidioso que ha inventado el ser humano contra sí
mismo.
Otro aspecto insidioso de estas armas es que pueden usarse para
alterar, alterar y controlar las funciones corporales humanas, el
movimiento, el comportamiento y hasta los procesos de pensamiento.
Debido a su capacidad para atacar y manipular los procesos
biológicos, los órganos internos y el sistema nervioso humano, así
como los procesos neurológicos, estos dispositivos son las armas
más peligrosas producidas por la humanidad hasta la fecha.
EJEMPLOS
Un ejemplo fue el extraño ataque a la embajada de Estados Unidos en
Cuba con ondas sónicas de baja frecuencia que enfermó
a todos los diplomáticos, y no fue el primer caso, por lo que la
carrera diplomática se ha convertido en una profesión de riesgo,
igual que el periodismo.
También se sabe que la Policía de algunos países ha utilizado
emisores de microondas para disolver manifestaciones, puesto
que producen una quemazón dolorosa e insoportable en la piel.
También han utilizado ondas sónicas que casi revientan el tímpano
y son insoportables de escuchar.
El propio Alberto Canosa escucha de vez en cuando extraños
pitidos en su casa con la intención de volverle loco, tras haber
intentado asesinarlo varias veces. Parece ser que tienen satélites
artificiales ultrasecretos capaces de atacar cualquier punto del
globo con este tipo de ondas.
También el famoso doctor Jiménez del Oso murió de repente
de un extraño ataque al corazón cuando se puso de acuerdo con
Alberto Canosa para revelar la existencia de gigantes
enterrados dentro de rocas.
Por su parte el periodista Andreas Fáber Kaiser, director de
la revista “Mundo Desconocido” recibió en la calle un
pequeño pinchazo anónimo que lo infectó de sida y lo llevó a la
muerte. Actualmente hay drones o vehículos no tripulados que pueden
disparar a una persona un pequeño perdigón envenenado cuyo
pinchazo apenas se percibe.
La historia de estas armas comenzó cuando el famoso físico Nikola
Tesla llegó a idear un prototipo de Rayo de la Muerte, al
que describió como un arma capaz de fundir aviones y carros de
combate hasta una distancia de cuatrocientos kilómetros. Hoy se sabe
que no es un rayo láser, sino un rayo de plasma que está
instalado en satélites militares ultrasecretos.
Otro ejemplo moderno es el llamado “Táser
de Alta Potencia”. Este tipo de arma se caracteriza por emitir
un pulso de elevada potencia de radio frecuencia dirigido por una
antena. Los efectos de esta onda son comparables a los del pulso
electromagnético generado en una explosión nuclear.
APOCALIPSIS ZOMBI
Pero la noticia más impactante es que Rusia está desarrollando
un arma electromagnética para volver zombis a las personas y
convertir en realidad la película “Apocalipsis Zombi”.
El ministro de defensa ruso Anatoly Serdyukov, informó del
desarrollo de una nueva arma electromagnética que ataca
directamente al sistema nervioso central del
objetivo. El presidente ruso Vladimir Putin confirmó a su vez
la noticia y aseguró que se trata de “alucinantes pistolas
psicotrónicas que efectivamente pueden convertir a personas
en zombies.”
Según parece el dispositivo funciona a partir de ondas de baja
frecuencia (similares a las de los hornos de microondas)
que dirigidas hacia una persona pueden afectar sus células
cerebrales, con el supuesto fin de conseguir un tipo de control
mental.
VIOLACIÓN DE DERECHOS HUMANOS
Una “Alerta Urgente de
Seguridad Nacional y Terrorismo Internacional”,
fechada el 27 de abril de
2017, denuncia “violaciones
de los derechos humanos a gran escala y ataques físicos sistemáticos
contra la población civil en todos los países del mundo
utilizando modernas armas electromagnéticas y neuro-armas, a menudo
en combinación con implantes no consensuados y nanotecnología
administrada encubiertamente.”
Lo que hace que estas armas sean particularmente peligrosas y
devastadoras para la sociedad es que actúan ocultamente, utilizando
el hecho de que las ondas electromagnéticas se propagan sin ser
notadas por los humanos y pueden penetrar en las paredes; estas armas
pueden ser usadas para destruir la vida humana y permitir que los
perpetradores escapen a la detección.
La naturaleza sistemática y clandestina de estos crímenes y
su marcada similitud en todo el mundo indican que se trata de un
programa global dirigido por el complejo internacional de
inteligencia militar que comete la mutilación premeditada, la
tortura, la subyugación sistemática, y un genocidio silencioso
de partes de la población. Se trata de crímenes contra la
humanidad, y de un programa
global de campos de exterminio.
ASALTOS SILENCIOSOS
Los ataques contra las víctimas se lanzan desde unidades móviles
de armas de energía dirigidas, así como infraestructura de
telecomunicaciones como torres de celulares y sistemas de
satélites. El sistema de armas está ahora plenamente operativo
en todo el mundo, está destruyendo la vida de las víctimas
inocentes por millones, y está subvertiendo naciones
encubiertamente.
Las víctimas individuales son perseguidas y
atormentadas por las redes nacionales de vigilancia, rodeadas por
perpetradores en todo momento, y sistemáticamente torturadas y
mutiladas con armas electromagnéticas y ultrasónicas, tanto en
público como en sus hogares.
Los asaltos explotan el hecho de que los haces de las armas
electromagnéticas son silenciosas, invisibles y pueden penetrar
en las paredes de los edificios de tal manera que las víctimas
pueden ser asaltadas en todas partes sin dejar huella que
delaten a los autores. Por estos medios, las víctimas son
efectivamente colocadas en campos de concentración individuales,
erigidos a su alrededor por agencias de inteligencia, miembros
corruptos de la policía y su red de agentes criminales.
Esta operación no va sola, sino que se acompaña de campañas de
calumnia dirigidas, infiltración y subversión de todos los
aspectos de la vida de las víctimas, incluyendo su círculo social,
su familia, su lugar de trabajo y especialmente su atención médica.
Los operarios entran clandestinamente en la casa de las víctimas,
dañan sus bienes, sabotean el equipo informático de
forma directa o remota, envenenan alimentos, y llevan a cabo campañas
de acoso para desintegrar psicológicamente a las víctimas, para
que al final sean llevadas al suicidio o asesinadas.
EFECTO DEVASTADOR
El efecto sobre los seres humanos es devastador, ya que las armas
pueden simular muchas enfermedades, causar dolor y daño a los
órganos, daño cerebral, accidentes cerebrovasculares, ataques
cardíacos y finalmente la muerte. La forma más
común de daño a través del uso de estas armas es el daño del
ADN, la formación de tumores y, finalmente, el cáncer. El daño
al ADN en los óvulos reproductivos de las mujeres altera el ADN
mitocondrial y perjudica a las generaciones futuras. Por lo tanto,
las operaciones de estos sistemas de armas constituyen una amenaza
para el futuro de la humanidad misma.
Las armas de energía dirigidas móviles vienen en todos los tamaños
y tienen varias capacidades. Están ocultas por los
perpetradores en propiedades adyacentes, automóviles, drones,
aviones e incluso partes de la infraestructura nacional. Los
agentes de las redes de vigilancia llevan armas de asalto en bolsas y
mochilas.
Este sistema de armas encubierto está totalmente integrado
y controlado centralmente. Las víctimas que huyeron a otros países
descubrieron que su protocolo de asalto viaja con ellos y es
continuado por el sistema local de vigilancia y aplicación de la ley
en cualquier país donde residan.
De lo que podría establecerse a partir de documentos
desclasificados, la matriz organizativa de los equipos de asalto
sigue el mismo protocolo utilizado para los tristemente
famosos escuadrones de la muerte dirigidos por las grandes
agencias de inteligencia en, por ejemplo, Vietnam y los países
sudamericanos.
(*) Periodista