MAHÓN.- La asociación Joves Empresaris de Menorca ha otorgado el galardón Innovem 2013 al industrial Pedro Montañés Villalonga
(1907-1996), creador de El Caserío.
La entrega se llevará a cabo en el transcurso de la feria Innovem 2013 que empieza hoy en Es Mercadal con 395 inscritos.
Pedro
Montañés viajó en 1929 a Francia como encargado de maquinaria de la
fábrica de zapatillas de goma de Josep Codina, para conocer los
progresos del queso en porciones en Francia. Al año siguiente propuso a
La Vache qui Rit producir sus porciones con queso de Menorca. La oferta
fue declinada.
Montañés fue a Suiza a visitar Justner, un
importante fabricante de maquinaria a quien llevó queso del almacén de
Patricio Piris, menorquín que lo distribuía en Barcelona a través de
Domingo Massanés y Manuel Grau.
Comprobada la viabilidad del
proyecto las tres partes se asociaron, se incorporó el abogado Francesc
Orfila y la empresa se constituyó en 1930 con el nombre de Queserías
Flor de Menorca.
En 1935 se trasladó a un local de la calle
Vassallo. La fábrica llegó a contar con quince trabajadores y con una
maquinaria de envasar que elaboraba 25 porciones por minuto. La
producción era de unas 350.000 cajas anuales, además del queso de bola.
En 1936 se elaboraron 60 toneladas.
Durante la Guerra Civil las autoridades confiscaron el queso, la factoría quedó paralizada y Montañés fue encarcelado.
En 1939 se retomaron las actividades, pero la política económica autárquica provocó graves dificultades.
En
1944 se constituyó Industrial Quesera Menorquina y tres años después
consiguió que la casa Kustner los autorizase a copiar la maquinaria
necesaria. Lo hicieron con tanto éxito que doblaron la producción con 50
porciones por minuto.
Montañés y sus colaboradores mejoraron las maquinas de fusión de queso, aumentado el rendimiento del proceso.
A principios de la década de 1950 El Caserío ya estaba introducido en los mercados catalán, valenciano y la zona centro.
Con
la desaparición de las cartillas de racionamiento en 1954, El Caserío
inició una campaña publicitaria para crear imagen de marca.
En
1954 tenía una plantilla de 30-40 operarios y una producción anual de un
millón de cajas de queso (125 toneladas), en 1960 ya se elaboraban tres
millones. Y en 1964 se llegó a las once, daba empleo a 150 trabajadores
y los quesos se distribuían en todo el territorio nacional.
En
1968 lanzó el eslogan "De El Caserío de fío". En 1970 producía 36
millones de cajas de queso y en 1980 superaba los 40 millones, con una
cuota de mercado del 77 por ciento. Ese año la fábrica tenía 293
trabajadores y se trabajaba en dos turnos.
Montañés daba
importancia a la existencia de un buen clima laboral. En 1963, el
Instituto Nacional de Previsión concedió a Industrial Quesera el título
de "empresa modelo" de la Seguridad Social.
Estableció un plus
extrasalarial, que completaba unos altos sueldos. La fábrica del
polígono tenía un local social con comedor para los trabajadores,
substituido en 1978 por un economato. En 1976 se construyeron dos pistas
de tenis.
En 1980 Pedro Montañés dejó la dirección de la empresa en manos de su hijo Maties.
Montañés
rechazó numerosas ofertas para vender la fábrica hasta que en 1992
aceptó la de la multinacional Kraft, que garantizaba el mantenimiento de
la planta en Menorca, el empleo de los 320 trabajadores y la recogida
de queso durante cinco años.
Pedro Montañés fue concejal de Mahón de 1958 a 1964.
En
1956 fue nombrado vicepresidente de la Cámara de Comercio, Industria y
Navegación de Menorca, y en 1962 asumió la presidencia, la cual ocupó
durante doce años.
Su hijo Matías en 1977 fue elegido vicepresidente de la Cámara y en 1990 pasó a ser el presidente, hasta 1998.
El
Govern balear concedió en 1992 a Pedro Montañés la Medalla de Oro de la
Comunidad Autónoma de las Islas Baleares. Falleció el 2 de junio de
1996.
Joan Sánchez, delegado en Menorca de Joves Empresaris de Balears, explica que el premio se entregará a su hijo, Matías Montañés, durante la inauguración de la feria Innovem, a las 19 horas en la Sala Multifuncional des Mercadal. “Aparte de promocionar a los jóvenes emprendedores, con este premio no queremos olvidarnos del espíritu emprendedor que siempre ha estado presente en Menorca”, afirma Sánchez.
El delegado de Joves Empresaris destaca que “la distinción tiene sentido en un momento como el actual, en que el sector primario necesita un impulso comercializador. Tenemos productos excelentes y hay que saber exportarlos al exterior”.
Pedro Montañés Villalonga nació en una familia de Alaior de propietarios agrícolas. El 1926 obtuvo el título de perito industrial electricista en la Escuela Superior de Industrias de Terrasa. Su proyecto de final de carrera era un ascensor para subir a la Plaça Miranda desde el puerto de Maó, el cual intentó ejecutar en 1928. En 1928 regresó desde Barcelona a la Isla.
En Maó trabajó como representante de Rafael Rosselló, pionero en la venta de automóviles, a la vez que intentó mejorar la comercialización del queso. En 1929 a raíz de un viaje a Tolousse como encargado de la fábrica de Josep Codina, observó el progreso del queso en porciones en Francia.
El nuevo homenajeado se añade a la lista de galardones de Innovem, otorgados a Joan Taltavull (1817-1914), fundador de la Sociedad del Vapor Mahonés; a Jaime Mascaró, empresario del calzado; y a Carlos Ruiz Ponsetí (Maó, 1891-1953), fundador de una de las primeras fábricas de sumadoras.
Joan Sánchez, delegado en Menorca de Joves Empresaris de Balears, explica que el premio se entregará a su hijo, Matías Montañés, durante la inauguración de la feria Innovem, a las 19 horas en la Sala Multifuncional des Mercadal. “Aparte de promocionar a los jóvenes emprendedores, con este premio no queremos olvidarnos del espíritu emprendedor que siempre ha estado presente en Menorca”, afirma Sánchez.
El delegado de Joves Empresaris destaca que “la distinción tiene sentido en un momento como el actual, en que el sector primario necesita un impulso comercializador. Tenemos productos excelentes y hay que saber exportarlos al exterior”.
Pedro Montañés Villalonga nació en una familia de Alaior de propietarios agrícolas. El 1926 obtuvo el título de perito industrial electricista en la Escuela Superior de Industrias de Terrasa. Su proyecto de final de carrera era un ascensor para subir a la Plaça Miranda desde el puerto de Maó, el cual intentó ejecutar en 1928. En 1928 regresó desde Barcelona a la Isla.
En Maó trabajó como representante de Rafael Rosselló, pionero en la venta de automóviles, a la vez que intentó mejorar la comercialización del queso. En 1929 a raíz de un viaje a Tolousse como encargado de la fábrica de Josep Codina, observó el progreso del queso en porciones en Francia.
El nuevo homenajeado se añade a la lista de galardones de Innovem, otorgados a Joan Taltavull (1817-1914), fundador de la Sociedad del Vapor Mahonés; a Jaime Mascaró, empresario del calzado; y a Carlos Ruiz Ponsetí (Maó, 1891-1953), fundador de una de las primeras fábricas de sumadoras.
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