UPA denuncia que, obviamente, no se está cumpliendo la lógica de oferta y demanda con estos productos. La razón, según esta organización de agricultores, «está en los comportamientos indeseados de intermediarios y de ciertas grandes cadenas de la distribución, que juegan con elementos como son las importaciones de países terceros, las previsiones de venta de los productos, las cotizaciones en origen y los precios de venta al público de los mismos».
La situación de escasez de productos, a pesar de la existencia de una nueva Ley de la Cadena Alimentaria que busca frenar estas situaciones, a juicio de UPA, «no es la de un mercado sano y estable, sino la de un sector cautivo, que no permite a los agricultores obtener una justa rentabilidad y que preocupa a los consumidores, pues sienten escasez de productos, en ciertos casos, y encarecimiento injustificado, en otros».
Según los análisis elaborados por UPA, los precios en origen del melón en Murcia y Andalucía se sitúan esta campaña entre un 30 y un 40% por debajo de los de la campaña anterior. Cotizaciones que además han ido descendiendo considerablemente desde el inicio de la campaña. En el caso de la sandía, el precio medio para 2022 fue de 0,60€/kg. en origen y en 2023 (hasta la semana 25) es de 0,49€/kg, lo que supone un 19% menos.
Este año la meteorología ha sido muy perjudicial para la sandía y el melón, las dos fruta-hortalizas por excelencia de la dieta mediterránea en verano. Ello ha provocado una reducción de la producción de estos productos en las zonas productoras: Murcia, Almería y Castilla-La Mancha. Aunque es pronto para disponer de datos consolidados, solo en Andalucía se ha plantado un 22% menos que la media de los últimos cinco años.
Desde la organización agraria UPA han denunciado que siguen detectando ofertas abusivas con la fruta, como es el caso de la fruta de hueso, donde hay folletos vigentes actualmente ofreciendo nectarina a precios que “rozan lo abusivo”.
«Esto demuestra que sigue siendo necesario perseguir los comportamientos irresponsables, que buscan jugar con los productos, abusando de los agricultores y jugando con los consumidores», lamentan.