jueves, marzo 01, 2018

España recibe 4,1 millones de turistas en enero, un 5,2% más

 
MADRID.- España superó en enero el máximo histórico del año pasado con 4,1 millones de turistas extranjeros, lo que supone un aumento del 5,2% con respecto al mismo mes de 2017, según los datos provisionales de la Encuesta de Movimientos Turísticos en Frontera (Frontur), elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Durante el primer mes del año los turistas internacionales que visitaron España realizaron un gasto total de 4.501 millones de euros, una mejora del 5,6% respecto a enero del año 2017, según los datos provisionales de la encuesta Egatur publicada también hoy.
El gasto medio por turista se sitúa en 1.095 euros, con un aumento anual del 0,3%. Por su parte, el gasto medio diario crece un 2,3%, hasta 132 euros.
La duración media de los viajes de los turistas internacionales es de 8,3 días, lo que supone un descenso de 0,2 días respecto a la media de enero de 2017.
Reino Unido fue el principal mercado emisor, con 799.475 turistas, lo que representa el 19,5% del total y un incremento del 0,2% respecto al primer mes del año pasado a un ritmo mucho menor y cambiando la tendencia de meses anteriores.
También lideró en cuanto a nivel de gasto en enero con el 16,8% del total, seguido del conjunto de países nórdicos -Dinamarca, Finlandia, Noruega y Suecia- que aportaron el 12,2% del total del gasto realizado y de Alemania (12%).
En cuanto a las llegadas al mercado británico le siguieron Alemania y Francia, como los siguientes países de residencia con más turistas que visitan España en enero, con 502.298 turistas alemanes, un 4,2% más , y 491.551 visitantes franceses, un 5,8% más.
En el resto de países destacan los crecimientos anuales de los turistas procedentes de Estados Unidos (+21,2%), Bélgica (+19,5%) y Portugal (+16,4%
Canarias es el primer destino principal de los turistas extranjeros llegados a España en enero, con el 28,8% del total, con 1,2 millones de visitantes, un 0,8% menos. Le siguen Cataluña, con 862.872 turistas, un 2% más, con el 21% del total, y Andalucía, con 539.516 visitantes, un aumento del 3,4% y el 13,1% del total.

La economía española creció un 3,1% en 2017 por el tirón del consumo y la inversión

MADRID.- La economía española avanzó un 0,7% en el cuarto trimestre de 2017 y creció un 3,1% en el conjunto del año, dos décimas menos que en 2016, animada por el consumo y la inversión, que mostraron aumentos anuales del 2,2% y del 5%, respectivamente, según la Contabilidad Nacional Trimestral publicada este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que confirma así los datos avanzados a finales de enero.
Es el cuarto año consecutivo en el que aumenta el PIB nacional y el tercero en el que el crecimiento se sitúa por encima del 3%. A precios corrientes, el PIB alcanzó los 1.163.662 millones de euros en 2017, lo que supone un aumento del 4% en términos nominales.
La demanda nacional aportó 2,8 puntos al crecimiento del PIB en 2017, en tanto que la demanda externa contribuyó con tres décimas, con las exportaciones creciendo a un ritmo del 5% y las importaciones, a una tasa anual del 4,7%.
Dentro de la partida de consumo, el de los hogares se incrementó un 2,4% en 2017, por encima del gasto en consumo de las administraciones públicas (+1,6%) pero por debajo del de las instituciones sin fines de lucro (+2,7%).
En el caso de la inversión, la realizada en construcción subió un 4,6% el año pasado, en tanto que la de bienes de equipo se disparó un 6,1%.
En los últimos tres meses de 2017 el PIB avanzó un 0,7% en tasa intertrimestral, la misma tasa que el INE estima ahora para el tercer trimestre, con crecimientos en consumo e inversión, aunque inferiores a los del trimestre anterior.
Con este repunte trimestral, se acumulan ya 17 trimestres consecutivos de alzas del PIB. En el primer trimestre del año pasado la economía española creció un 0,8%, mientras que en el segundo trimestre lo hizo a un ritmo del 0,9%. En la segunda mitad del año, el crecimiento trimestral se ha moderado hasta el 0,7%.
La tasa interanual, por su parte, se mantuvo en el 3,1% en el cuarto trimestre de 2017 y ya acumula once trimestres consecutivos creciendo a tasas del 3% o superiores. El INE ha explicado que la demanda nacional incrementó dos décimas su aportación al PIB interanual, pasando de una contribución de 3 puntos a 3,2 puntos. Por contra, la demanda externa restó una décima al PIB, en contraste con la aportación positiva de una décima del trimestre anterior.

Consumo e inversión moderan su crecimiento trimestral

El consumo de los hogares mostró en el cuarto trimestre del año pasado un crecimiento trimestral del 0,6%, una décima menos que en el trimestre anterior. También se desaceleró el avance del gasto en consumo de las instituciones sin fines de lucro, desde el 0,8% al 0,5%, mientras que el gasto público mantuvo el tipo y mostró un crecimiento trimestral del 0,4%, el mismo porcentaje que en el trimestre anterior.
La formación bruta de capital fijo, por su lado, se incrementó un 0,7% respecto al trimestre anterior, moderando siete décimas su avance trimestral, debido al menor crecimiento de la inversión en bienes de equipo (0,9% en el cuarto trimestre frente al 2,8% del tercero), ya que la inversión en construcción aceleró su avance trimestral ocho décimas, hasta el 1%.
En el cuarto trimestre del año pasado, las exportaciones aumentaron un 0,3%, frente al 0,6% del trimestre anterior, mientras que las importaciones se estancaron, en contraste con el aumento del 1% del trimestre previo.

El gasto público se acelera en tasa interanual

En tasa interanual, la economía española creció en el cuarto trimestre del año pasado un 3,1%, lo mismo que en el trimestre anterior, con una mayor contribución de la demanda nacional y una aportación ligeramente negativa de la demanda externa.
Los dos principales componentes de la demanda nacional (consumo e inversión) aceleraron o mantuvieron sus tasas interanuales respecto al trimestre anterior, salvo en gasto en consumo de las instituciones sin fines de lucro, que desaceleró su crecimiento interanual tres décimas, hasta el 2%, y la inversión en construcción, que también moderó su avance tres décimas, hasta el 4,8%.
Por el contrario, el consumo de los hogares subió un 2,5% en tasa interanual, una décima más que en el tercer trimestre, en tanto que el consumo de las administraciones públicas aceleró un punto su tasa interanual, desde el 1,4% al 2,4%.
Por su lado, la inversión registró un crecimiento interanual del 5,6%, el mismo porcentaje que en el trimestre anterior, tras acelerarse 1,1 puntos la inversión en bienes de equipo, desde el 6,6% al 7,7%, y moderarse el crecimiento interanual de la inversión en construcción hasta el 4,8%.

Exportaciones e importaciones moderan su crecimiento interanual

En el cuarto trimestre de 2017, la contribución de la demanda exterior neta fue ligeramente negativa, de una décima, tras desacelerar las exportaciones su avance interanual desde el 5,6% al 4,4%, y las importaciones desde el 5,9% al 5,2%.
Desde la óptica de la oferta, la industria y la construcción presentaron en el cuarto trimestre del año pasado un mejor comportamiento interanual que en el tercer trimestre.
Así, el valor añadido bruto de la industria creció un 4,6%, frente al avance del 3,9% registrado en el trimestre anterior, mientras que la construcción mostró un crecimiento del 5,4% (4,9% en el trimestre anterior). Por contra, la agricultura moderó su crecimiento interanual desde el 4,2% al 2%, mientras que los servicios mantuvieron su avance interanual en el 2,5%.

506.000 empleos más en un año

En cuanto al empleo, el INE asegura que esta variable, medida en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, creció entre octubre y diciembre de 2017 un 0,5% respecto al trimestre anterior, tres décimas menos que en el tercer trimestre.
En tasa interanual, el empleo registró un avance del 2,9%, tasa similar a la del tercer trimestre, lo que supone la creación neta aproximada de 506.000 empleos equivalentes a tiempo completo en un año.
En el cuarto trimestre del año pasado, la ocupación en la construcción aceleró su crecimiento interanual al 6,6%, mientras que la agricultura y la industria moderaron sus tasas interanuales hasta el 2% y el 3,2%, respectivamente. Por su parte, los servicios mantuvieron al avance interanual de su ocupación en el 2,6%.

Se acelera el avance de la remuneración de los asalariados

El empleo asalariado, por su parte, creció un 3,3% interanual en el cuarto trimestre de 2017, una décima más que en el trimestre anterior.
La productividad aparente por puesto de trabajo equivalente se mantuvo en el 0,2%, mientras que el crecimiento de la productividad aparente por hora efectivamente trabajada bajó una décima, hasta el 1,2%.
En este contexto, la remuneración de los asalariados pasó del 3,4% al 3,5% por el aumento del número de asalariados (del 3,2% al 3,3%) y por el descenso en una décima de la remuneración media por asalariado (del 0,3% al 0,2%). 
Así, el crecimiento del coste laboral por unidad de producto (CLU) se situó en el 0,0%, lo que supone 1,2 puntos menos que la variación experimentada por el deflactor implícito de la economía (1,2%).

La línea de salida es la de llegada / Ramón Cotarelo *

Decía ayer Palinuro (la fuerza y la política) que las dos pistas que pueden seguir los indepes, la que llamaba gradualista o "fabiana" y la rupturista de la CUP, serán más o menos iguales en sus efectos. Cuesta mucho pronunciarse. 
Hay veces que parece más sensata la primera y veces en que la segunda. La única diferencia es el tiempo en que se produzca la ruptura. La fórmula originaria de la CUP lo abreviaba a cosa de un par de días. O menos. El gobierno y la fiscalía se adelantaron a amenazar con acciones penales contra la mesa del Parlament. Dicho y, es de suponer, hecho

La pista "fabiana" alarga más los tiempos; pero no se sabe cuánto. No hay seguridad alguna de qué cosas puedan el gobierno y sus jueces considerar ilegales, pues aunque se retirara el 155, tardaría poquísimo en reactivarlo con universal aclamación de los partidos dinásticos (todos los de ámbito estatal, en definitiva) y la presta colaboración de la brigada de embellecimiento judicial. 
Con o sin 155, el gobierno continuará bloqueando toda iniciativa de la Generalitat que, a su juicio, desborde el marco estatutario que es, justamente, lo que la Generalitat debe hacer para reiniciar o iniciar (que no vamos a ser exquisitos en estas cosas) el camino del mandato recibido el 1-O y revalidado el 21 de diciembre de 2017.

En resumen, la línea de salida para el govern es ya la de llegada para el gobierno. Solo una aporía de Zenón podría introducir alguna distancia entre la una y la otra.

Sin duda la realidad cotidiana abrirá intersticios que se aprovecharán para afirmar la República implícitamente. Habrá una tendencia general a lo implícito. Se recurrirá a todo tipo de ficciones jurídicas y seguramente el Estado hará la vista gorda ante muchos supuestos ultrajes, con la consiguiente bronca con sus sectores más carcundas y ultrarreaccionarios. Se atribuirá valor simbólico a lo real y real a lo simbólico, se evitará la represión judicial en la medida de lo posible.

Pero nada de eso es duradero porque se pretende gestionar una normalidad asentada en una anormalidad: la existencia de presos y exiliados políticos y todo tipo de represaliadas también políticas. Una situación que entra en el concepto de "normalidad" del B155 (gobierno, partidos, medios y jueces) pero no del bloque y el movimiento independentistas que no puede aceptarla. 
La CUP ha hecho muy bien aceptando, aunque sea a regañadientes, el pacto de JxC y ERC. Prevalece el criterio de unidad que es el que debe prevalecer porque es la última garantía de éxito. Queda pendiente cómo articulará su decisión cuando la presente a su asamblea, que parece más radicalizada. Quizá prospere la tesis unitaria y se salve el escollo del pacto parlamentario.

Pero esa radicalización de la CUP responde una radicalización del movimiento social, en la calle. Es también muy probable que el movimiento acepte el gradualismo, allí hasta donde llegue antes del nuevo zarpazo. Y hará bien. Pero eso no quiere decir que nadie, partidos, organizaciones sociales, movimiento en general acepte la "normalidad" impuesta porque es anormalidad y anormalidad injusta. Con la represión como única respuesta, el Estado deberá aceptar el inevitable y sistemático trastorno de las relaciones sociales e institucionales al estilo del que se produjo en la visita de Felipe VI al Mobile
Los gobernantes españoles solo podrá circular por Catalunya a golpes de porra. La situación es de anormalidad y seguirá siendo mientras se mantenga la represión política y judicial del Estado. A ver cómo se controlan o impiden los desplantes institucionales, manifestaciones, escraches, paros, caceroladas, boicoteos, desobediencia. ¿Acentuando la represión? ¿Hasta dónde? ¿A qué precio? ¿Se mantiene la Ley Mordaza? ¿Se intensifica? ¿Se prohíben asociaciones y partidos indepndentistas? ¿Se decreta el toque de queda?

Están ciegos. No ven que por esa vía ya han fracasado y, cuanto más la sigan, más fracasarán. La ruptura es un hecho y no va a soldarse a palos o con cárceles.



(*) Catedrático emérito de Ciencia Política en la UNED