MADRID.- El Consejo de Administración de Patrimonio
Nacional ha autorizado este martes "por unanimidad" iniciar los trámites
para la desafectación del yate 'Fortuna', después de que la semana
pasada el Rey Don Juan Carlos les trasladara su intención de renunciar
al barco que le fue regalado por un grupo de empresarios mallorquines en
el año 2000, han informado hoy fuentes de este organismo.
Según han indicado las mismas fuentes, el expediente de
desafectación se comunicará mañana de manera formal al Ministerio de
Presidencia, del que depende Patrimonio Nacional. El Departamento que
dirige Soraya Sáenz de Santamaría presentará a su vez esta decisión al
Consejo de Ministros, que decidirá en último término qué se hará con el
yate.
El expediente aprobado por Patrimonio Nacional no establece cuál
puede ser el futuro del yate, que podría ser subastado o permanecer como
bien del Estado, una vez deje de pertenecer al organismo responsable de
los bienes de titularidad del Estado que proceden del legado de la
Corona española, entre los que se encuentran ocho palacios reales y
trece monasterios y conventos.
La decisión de Don Juan Carlos, que se explicó en el esfuerzo de
austeridad que requiere la situación económica, fue trasladada a
Patrimonio Nacional por el jefe de la Casa del Rey, Rafael Spottorno,
que pidió que se iniciara este proceso administrativo.
El expediente de desafectación se ha sometido a votación en la
reunión mensual del Consejo de Administración de Patrimonio Nacional,
que ha dado su visto bueno por unanimidad. Han votado favorablemente el
presidente, la gerente y nueve vocales, entre quienes están el alcalde
de Palma de Mallorca, Mateo Isern, según fuentes de este organismo, que
han explicado que sólo se ha ausentado de la asamblea de este martes la
alcaldesa de Madrid, Ana Botella.
El monarca recibió el 'Fortuna' como regalo de un grupo de
empresarios mallorquines en el año 2000, para sustituir al anterior
'Fortuna' que Don Juan Carlos había recibido también como obsequio del
Rey de Arabia Saudí a finales de los años 70. Hubo un primer 'Fortuna',
con el que el entonces Príncipe de España compitió en unos Juegos
Olímpicos de Munich de 1972 y que acabó siendo donado al Museo Olímpico
de Barcelona.
Construido por los astilleros de Izar en San Fernando (Cádiz), el
yate del que se ahora se desprende tiene una cubierta principal con un
salón noble, un comedor, una cocina y un gran puente de mando. En el
piso inferior, tiene cuatro camarotes, dos reservados para el Rey y sus
invitados, que ocupan toda la manga, y otros dos a ambas bandas del
pasillo central.
Según han indicado fuentes de Casa Real, en 2012 el Rey sólo
navegó con el 'Fortuna' un solo día, el 13 de agosto. Ese día, el
monarca almorzó en alta mar con la tripulacion del barco, que permaneció
unas ocho horas navegando.
Los técnicos de mantenimiento habían aconsejado mover el yate, que
llevaba ya mucho tiempo sin salir de puerto, y el monarca decidió
acompañar a la tripulación, según informó entonces Zarzuela. Desde que
se decidió recortar gastos, la Familia Real salía a navegar con el
'Fortuna' de forma excepcional, ya que llenar el depósito del yate
cuesta unos 25.000 euros. En su lugar utilizaban la lancha 'Somni',
propiedad del armador Josep Cusi, que éste pone a disposición del Rey
todos los veranos.