MADRID.- La Guardia Civil ha salido a la 'pesca' del atún rojo capturado de forma ilegal, al margen de las cuotas anuales establecidas por la Comisión Europea, en toda España. La Unidad Central Operativa de Medio Ambiente (Ucoma) del Seprona lanzó ayer una macrooperación, con registros y detenciones en mercados mayoristas como Mercamadrid, Mercabarna o Mercasevilla.
Los agentes detuvieron a implicados en la trama durante varios de esos
registros, como el de Mercamadrid. La operación seguirá abierta a lo
largo de toda esta semana, por lo que no se descarta que los
investigadores se personen en más mercados o empresas y arresten a más
involucrados, según fuentes del Instituto Armado.
Los registros también han afectado al menos a diez empresas pesqueras y distribuidoras,
según fuentes conocedoras de los hechos. Estas son: Roquetafish y Arrom
(Barcelona), Pescnor (Valencia), Ricardo Fuentes y Pescados José (ambas
en Murcia), Pescados Prado y Seifu (Madrid) y Lara (Málaga).
También
acudieron a recoger información a Petaca Chico (Cádiz), donde no hubo
detenidos y los agentes permitieron seguir funcionando a la empresa con
normalidad. La Guardia Civil también ha registrado Mercamálaga y otros
puntos de venta mayorista en Almería o Valencia.
Fuentes del sector pesquero español explican que la sensación entre
los operadores de este negocio es que la entrada en el mercado de atunes
capturados fuera de las cantidades fijadas por Bruselas sigue
existiendo.
"Hasta 2007, cuando la pesca ilegal puso el atún en peligro
por la sobrepesca, esto era una práctica extendida. Con
las cuotas y el mayor control, bajó mucho. Pero en los dos últimos años
notamos un repunte ya que quienes hacemos bien las cosas observamos que
el atún legal es sustancialmente más caro respecto a otros atunes,
también rojos. Algo ocurre", resumen las citadas fuentes.
La cuota
para esta campaña de 2018 se situó en 28.000 toneladas para todo el
atún rojo que se captura en Europa, de las que a España corresponden
5.000 toneladas. Las limitaciones a la pesca se establecieron en 2006,
cuando se redujo drásticamente la captura -para permitir la
supervivencia de la especie- hasta las 12.600 toneladas.
Las
mismas
fuentes del sector consideran que tras la buena campaña de este año, las
cuotas de capturas desaparezcan más allá de 2020 y se pase de una fase
de conservación de la especie, a otra de gestión de la misma.
En España también se comercializa atún procedente de otros países
extracomunitarios, como Marruecos, algo permitido siempre que el
producto esté convenientemente identificado.
El
consumo de atún rojo en
España se ha disparado en la última década y hoy día casi la mitad de lo
que se captura en las aguas del Mediterráneo y Atlántico se queda en el
país. Se acabaron por ahora los tiempos en los que el 95% del producto
se iba directamente a Japón, entre otros mercados asiáticos.