PAMPLONA.- Lucas
González, representante de la Comisión Europea en España, observa que
el nuestro país se está produciendo un cambio de tendencia en los
últimos años al pasar de la vivienda en propiedad a la de alquiler.
González asevera que este posible cambio se
debe a que en 2016 las viviendas alquiladas representaban un 22 por
ciento frente al 19,8 por ciento registrado en 2008.
Afirma
también que en España la tasa de crecimiento del mercado de la vivienda
es "moderada" y que está "consolidando" su recuperación tras la crisis
económica.
En
este sentido, precisa que los precios de la vivienda nueva aumentaron
un 6,5 por ciento y los de la vivienda usada un 6,7 por ciento en el
tercer trimestre de 2017.
No
obstante, aclara que la inversión en vivienda "es todavía mucho menor
que antes de la crisis" y que "el 'stock' de viviendas en venta sigue
siendo elevado en algunas comunidades autónomas", un factor que explica
las diferencias en la evolución de los precios de la vivienda en las
mismas.
En
comparación con otros países europeos, España se sitúa por debajo de la
media y lejos de los países en los que se alquila más, siendo Alemania
el país que ostenta el mayor porcentaje de viviendas alquiladas, cerca
del 50 por ciento, seguida de Bélgica, Dinamarca, el Reino Unido y
Francia.
Sobre
el nuevo plan estatal de vivienda aprobado por el Gobierno central,
afirma que "siempre está bien por parte de las administraciones públicas
proporcionar un mayor acceso a la vivienda a sectores vulnerables".
En
este sentido, expone como ejemplo el programa Navarra Social Housing,
impulsado por el Gobierno de Navarra y que prevé la construcción de 542
viviendas de alquiler social siguiendo parámetros de edificación
sostenible y eficiencia energética.
Este
proyecto está dotado con un presupuesto de ochenta millones, de los que
cuarenta los aporta el Banco Europeo de Inversiones (BEI), al incluirlo
en el plan de inversiones impulsado en 2014 por Jean Claude Juncker,
presidente de la Comisión Europea.
El
llamado "plan Juncker" incluye también en España una dotación de 125
millones para la construcción de 2.198 viviendas de alquiler social en
nueve distritos de Barcelona, de las que 585 se destinarán a personas
mayores de 65 años y con recursos limitados.
González
apunta que la ejecución de este proyecto permitirá la creación de más
de 2.000 puestos de trabajo durante la fase de implementación, hasta el
año 2022.
Para
González, ambos programas fomentan el acceso a la vivienda social y
cumplen los estándares medioambientales más altos, ya que en el caso del
programa navarro las viviendas tendrán el estándar Passivhaus, la
certificación más alta de los edificios de energía casi nula (EECN).
Recuerda
la directiva europea que establece que los edificios que se construyan a
partir de 2020 serán con certificación EECN, una medida que se enmarca
en el "compromiso decidido" de la Unión Europea de ser líder en la lucha
contra el cambio climático.
"Y
al mismo tiempo modernizar la economía y crear crecimiento y empleo
para los ciudadanos europeos", recalca González para destacar que en
2015 las energías limpias atrajeron una inversión global superior a los
300.000 millones de euros.