PALMA.- Unas 250 personas se han manifestado este
sábado en contra de la venta ambulante ilegal en la Playa de
Palma-Llucmajor, según han informado fuentes de la organización, que ha
querido mostrar su rechazo a este tipo de actividad, así como a los
triles, los robos y a la prostitución.
El presidente de la Plataforma de Veïnats i Comerciants de la
Platja de Palma-Llucmajor, Enrique Salvà, ha explicado que el acto ha transcurrido sin incidentes y de manera
pacífica a pesar de que algún colectivo la había calificado de "xenófoba
y racista".
La marcha ha partido de la Plaza de las Maravillas de Playa de
Palma hasta la altura del Hotel Son Diego, siguiendo la línea de playa.
Desde la Patronal del Pequeño y Mediano Comercio de Mallorca
(Pimeco) han hecho hincapié en que la acción no tiene carácter racista
sino que va en contra de "la impunidad" con la que se desarrolla la
venta ambulante ilegal, que resulta "dañina" para los comercios y
restaurantes, así como para la "imagen y la seguridad" de la zona.
En la lectura del manifiesto, Salvà ha pedido a la Administración
una "mayor actuación" para acabar con estas prácticas, y una "salida
legal y digna" para las personas que las llevan a cabo.
Como ejemplo, Salvà ha destacado que se podría crear una normativa
única en todos los municipios de Mallorca y/o Baleares para evitar así
los traslados de los vendedores entre localidades.
Por otra parte, según la Plataforma Mallorka en Rebel.lió, unas
cuarenta personas se han reunido en Plaza de España para "condenar la
manifestación racista y xenófoba" y han manifestado, en algunos de sus
lemas distribuidos por Internet, que "sobrevivir no es ilegal".
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