PALMA.- La imposición del catalán en Baleares implantada por el Govern de la socialista Francina Armengol
roza el absurdo. Hasta el punto de que el Ejecutivo está dispuesto a
rechazar a un investigador brillante si no tiene el título B2 de catalán
(nivel medio-avanzado). Sin excepciones. Así lo advierte en la última
convocatoria de la Fundación Instituto Investigación Sanitaria Islas Baleares (FISIB): «Aquellas personas que no lo cumplan, no se les valorará su curriculum vitae», según El Mundo.
Las puertas laborales se cierran
cada vez más a los no catalanohablantes en las Islas, incluso si la
lengua cooficial es accesoria para investigar y trabajar dentro de un
laboratorio. El último ejemplo viene en el Boletín Oficial de las Islas Baleares (BOIB), que convoca un concurso para la contratación de un investigador de la Fundación Instituto Investigación Sanitaria Islas Baleares «para el desarrollo correcto» del programa / proyecto de investigación PROCOE / 14/2017.
Para acceder a este contrato de 12 meses y una remuneración bruta anual es de 17.573,22 euros brutos anuales se solicita tener el título de licenciado / graduado en ciencias, ciencias de la salud (biología, bioquímica, medicina, farmacia, biomedicina, biotecnología, genética) y, además, pide una titulación categoría D o superior para trabajar con animales de experimentación.
La sorpresa viene en el tercer requisito, donde se exige el nivel B2 de catalán, según se detalla en la convocatoria. Un nivel que ni siquiera se pide a los médicos y enfermeras en el polémico decreto que impone el catalán en la sanidad pública, donde se les pide un B1.
La oferta solicita a los aspirantes tener la nacionalidad española -o alguna otra en los casos en que, de acuerdo con el artículo 57 del Estatuto Básico del Empleado Público (EBEP), se permita el acceso al empleo público- y tener la capacidad funcional para el desarrollo de las tareas.
Por último, se pide no haber sido separado, mediante expediente disciplinario, del servicio de ninguna administración pública, los órganos constitucionales o estatutarios de las comunidades autónomas, ni hallarse inhabilitado de forma absoluta o especial para empleos o cargos públicos por resolución judicial. En el caso de nacionales de otro Estado, no hallarse inhabilitado o en situación equivalente ni haber sido sometido a sanción disciplinaria o equivalente que impida, en su Estado y en los mismos términos, el acceso a un empleo público.
Para acceder a este contrato de 12 meses y una remuneración bruta anual es de 17.573,22 euros brutos anuales se solicita tener el título de licenciado / graduado en ciencias, ciencias de la salud (biología, bioquímica, medicina, farmacia, biomedicina, biotecnología, genética) y, además, pide una titulación categoría D o superior para trabajar con animales de experimentación.
La sorpresa viene en el tercer requisito, donde se exige el nivel B2 de catalán, según se detalla en la convocatoria. Un nivel que ni siquiera se pide a los médicos y enfermeras en el polémico decreto que impone el catalán en la sanidad pública, donde se les pide un B1.
La oferta solicita a los aspirantes tener la nacionalidad española -o alguna otra en los casos en que, de acuerdo con el artículo 57 del Estatuto Básico del Empleado Público (EBEP), se permita el acceso al empleo público- y tener la capacidad funcional para el desarrollo de las tareas.
Por último, se pide no haber sido separado, mediante expediente disciplinario, del servicio de ninguna administración pública, los órganos constitucionales o estatutarios de las comunidades autónomas, ni hallarse inhabilitado de forma absoluta o especial para empleos o cargos públicos por resolución judicial. En el caso de nacionales de otro Estado, no hallarse inhabilitado o en situación equivalente ni haber sido sometido a sanción disciplinaria o equivalente que impida, en su Estado y en los mismos términos, el acceso a un empleo público.
A renglón seguido aclara que «aquellas personas que no cumplan estos
requisitos, no se les valorará su CV», pese a que el catalán no es
necesario para llevar a cabo esta labor científica.
«Es aberrante que la FISIB diga que les da igual lo bueno que sea el currículum, sin el catalán ni lo van a mirar», critican fuentes del mundo de la investigación consultadas por este diario, que recuerdan que ni en Cataluña ni en el País Vasco se pide el conocimiento de las respectivas lenguas cooficiales a los investigadores. «En cualquier lugar del mundo, incluso en EEUU, lo que piden para investigar es que los candidatos sean buenos».
«Dentro de la investigación, poner un requisito de idioma es totalmente absurdo.Es lo contrario», denuncian las mismas fuentes, que recuerdan que hace aproximadamente un mes, la FISIB contrató a una investigador argentino -sin catalán- para una beca Miguel Servet, que la da directamente el ministerio, «por eso ahí no pudieron meter el catalán». ¿Para qué lo hacen ahora? «Para restringirlo y darle la plaza a quien quieren», plantean las mismas fuentes, que alertan sobre la excusa del catalán para mantener la endogamia.
«Es aberrante que la FISIB diga que les da igual lo bueno que sea el currículum, sin el catalán ni lo van a mirar», critican fuentes del mundo de la investigación consultadas por este diario, que recuerdan que ni en Cataluña ni en el País Vasco se pide el conocimiento de las respectivas lenguas cooficiales a los investigadores. «En cualquier lugar del mundo, incluso en EEUU, lo que piden para investigar es que los candidatos sean buenos».
«Dentro de la investigación, poner un requisito de idioma es totalmente absurdo.Es lo contrario», denuncian las mismas fuentes, que recuerdan que hace aproximadamente un mes, la FISIB contrató a una investigador argentino -sin catalán- para una beca Miguel Servet, que la da directamente el ministerio, «por eso ahí no pudieron meter el catalán». ¿Para qué lo hacen ahora? «Para restringirlo y darle la plaza a quien quieren», plantean las mismas fuentes, que alertan sobre la excusa del catalán para mantener la endogamia.
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