MADRID.- Pedro Sánchez quiere
mantener una relación de 'tú a tú' con los principales poderes
económicos
del país. El jefe del nuevo Ejecutivo, que conoce a presidentes y
consejeros delegados del Ibex 35 de su etapa en la oposición, está
dispuesto a abrirles La Moncloa y a mantener encuentros
bilaterales o citas más solemnes en esta segunda parte de legislatura
que se prolongará hasta 2020. Inaugura así una renovada asociación entre
el poder político y financiero tras seis años y medio en los que Rajoy
dejó de cultivar estos contactos, según publica hoy www.lainformacion.com.
Sánchez ya se veía en su primera y segunda etapa como secretario general del PSOE con diferentes dirigentes del Ibex. La relación, tanto con él como con su gabinete, ha sido y continúa siendo fluida y cordial, según confirman a La Información tanto fuentes financieras como de los socialistas. Ahora, la intención del presidente del Gobierno es seguir cultivando un 'tú a tú' con los VIP económicos del país y recibirles en las dependencias del complejo oficial que ocupa desde hace un mes.
La presidenta del Santander, Ana Botín (con quien Pedro Sánchez acudió a
la reunión del Club Bilderberg en 2015); el hombre fuerte de Fundación
La Caixa, Isidro Fainé; Antonio Brufau, de Repsol; Borja Prado, de
Endesa; Josep Oliú,
de Sabadell...
Son algunos de los principales líderes del Ibex 35 que
se han visto con Sánchez o miembros de su equipo en los últimos años. A
partir de ahora lo que cambiará es que esos encuentros pasarán de
celebrarse en las sedes de las grandes empresas al escenario monclovita, mucho más solemne.
Hasta este momento, a lo
largo del mes que ha transcurrido desde que ganó la moción de censura,
los acercamientos entre Pedro Sánchez y los dirigentes del Ibex 35 se
han limitado a meros contactos informales a través del teléfono, vía
llamadas o mensajes, la mayoría de felicitación.
"No
ha habido ningún formalismo todavía, pero lo habrá", afirman fuentes
cercanas al Gobierno. "Ha sido todo [la llegada de los socialistas al
poder] tan precipitado que no ha dado tiempo a nada", pero se seguirá
manteniendo la relación, añaden, por su parte, desde la parte
empresarial.
Adiós al aislamiento de Rajoy
Con esta nueva relación entre el poder político y económico se pone fin al 'cerrojazo' que Mariano Rajoy ha protagonizado en los últimos seis años y medio.
El expresidente del Gobierno decidió cancelar los encuentros con
empresarios en Moncloa que sí se celebraban durante la etapa de Zapatero
y cambiar de actitud hacia ellos: delegó en sus segundos la
interlocución y marcó distancias con unos presidentes y consejeros delegados del Ibex que nunca llegaron a entender su postura.
El equipo de Rajoy presumía de que había llegado al poder sin la ayuda de los grandes empresarios y, salvo contadas excepciones, cumplió con sus principios hasta el final de sus días en la Presidencia. "Salvo a Florentino [Pérez] y a Dimas [Gimeno] no recibía a nadie", se queja un directivo del Ibex molesto en referencia a la cercanía que sí tenían con Rajoy el presidente de ACS y el exprimer ejecutivo de El Corte Inglés.
En el primer mes de
Sánchez en Moncloa, el Gobierno ya ha recibido elogios y críticas por
parte de los principales empresarios del país. Por ejemplo, Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, se mostró "satisfecho" con la elección de Teresa Ribera como nueva ministra de Transición Energética y afirmó que "irá en la buena dirección".
Algo
similar ocurrió con Ana Botín, presidenta del Santander, que celebró el
nombramiento de Nadia Calviño como titular de Economía.
Los tirones de orejas al Gobierno de Sánchez han llegado desde el sector bancario en forma de censura a los impuestos a la banca y a las transacciones financieras que tiene en mente el socialista. Ha habido tres altos directivos que han enviado el mismo mensaje de malestar al Ejecutivo: el
consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, el consejero
delegado del Santander, José Antonio Álvarez, y el presidente de Bankia,
José Ignacio Goirigolzarri.
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