miércoles, abril 27, 2022

César Carballo o la banalización del mal (1)

El “todólogo” César Carballo es el paradigma de lo que Hannah Arendt llamó la “banalización del mal”. Ya sabemos todo el mal letal que se esconde detrás de las inyecciones letales vendidas por el inefable Carballo como “vacunas eficaces y seguras”.

No existe el insulto contra el que insulta la esencia humana. César Carballo es el personaje más peligroso que ha pisado continuamente los platós de televisión y se ha dedicado a atacar a la propia alma humana donde más duele, donde fabrica el miedo para que prospere la enfermedad, que son las mal llamadas vacunas, tildadas por Carballo mendazmente de “seguras y eficaces”, dedicándose a dar caza a grupos enteros, por segmentos de edad. 

Es un fabricante de patologías ligadas al miedo, el día de mañana será juzgado por crímenes contra la Humanidad. Es el Doctor Miedo. Llamado en las redes sociales “todólogo”. Es el Mengele exterminicida del género humano. Vomitivo, criatura infernal, anunciador de oleadas, ha ido contra los no vacunados y ha engañado a todos los vacunados con sus veinte páginas de currriculum.

Egocéntrico infernal. Participante, como urgenciólogo, en el gerontocidio, que legitimó el asesinato en masa con las mendazmente llamadas vacunas, instrumento para eliminar población, para exterminarla.

Esa es la verdad tremenda de la que hoy hay pruebas concluyentes y fehacientes. Una serie de pedidos de libertad de información a Pfizer sobre su vacuna habían generado un enorme revuelo en la compañía, y los abogados de la empresa pidieron que estos documentos internos sean publicados recién en 55 años.

Este pedido del equipo de abogados de Pfizer recibió el apoyo de la Administración de Alimentos y Drogas (FDA) de Biden, pero por suerte un juez de Texas, el magistrado Mark Pittman, nominado por Trump en 2019, ordenó el pasado 7 de enero que dentro de 20 días hábiles se debía publicar todo lo requerido por los pedidos.

En total son más de 450.000 hojas de documentos que serán publicadas, a razón de 55.000 por mes, según pidió el juez Pittman. La FDA de Biden apeló para que solo se publiquen 500 hojas por mes, pero el juez de Texas no dio lugar a su petición.

Los medios alternativos todavía no llegaron a revisar todo lo que fue publicado, pero uno de los tantos documentos ya llamó la atención de muchos.

Titulado “CUMULATIVE ANALYSIS OF POST-AUTHORIZATION ADVERSE EVENT REPORTS OF PF-07302048 (BNT162B2) RECEIVED THROUGH 28-FEB-2021“, este documento de 38 páginas resume todos los efectos adversos que Pfizer registró “con especial interés” en los primeros tres meses desde el lanzamiento de la vacuna.

A partir de la página 30 se da una larga lista de miles de efectos adversos, que incluye desde el Síndrome de Alpers hasta neuropatías moto-sensoriales, en más de ocho páginas nombrando uno por uno todos las posibles enfermedades que pueden surgir luego de darse una dosis de esta vacuna. A pesar de la preocupación que esto puede generar en muchos, las probabilidades de sufrir un efecto adverso son minúsculas, pero existentes.

Incluso el mismo reporte indica en sus conclusiones (pag. 29): “La revisión de los datos disponibles para esta experiencia acumulada de PM confirma una favorable beneficio: balance de riesgo para BNT162b2“.

El primer evento adverso que Pfizer admitió asociado con la vacuna COVID-19 es el síndrome de deleción 1p36. Se trata de un trastorno genético congénito que afecta a los fetos y les elimina parte de sus cromosomas, provocando que nazcan con discapacidades intelectuales graves .

La mayoría de las personas afectadas tendrán dificultades para hablar o no podrán hablar por completo. Los niños afectados por este síndrome también tendrán anormalidades estructurales en sus cerebros, tendrán tonos musculares débiles y dificultad para tragar y más de la mitad de ellos tendrán convulsiones.

Esto confirma lo que otros investigadores han sabido todo el tiempo: que los niños por nacer de mujeres embarazadas que se vacunan se ven gravemente afectados por la vacuna experimental y mortal.

Johnson notó con sorpresa la cantidad de tipos diferentes de herpes que la vacuna COVID-19 de Pfizer podría dar a las personas.

“Sepsis por herpes, herpes simple, cervicitis por herpes simple, para las mujeres que recibieron esta vacuna, y la lista sigue y sigue”, dijo Johnson. “¿Qué más tenemos? Herpes zoster, infección por herpes… meningitis por herpes [simple]”.

“Este documento es propietario y confidencial. Confidencial, ahí mismo”, dijo Johnson, refiriéndose a la primera página del documento que advierte contra la divulgación, reproducción o distribución del documento sin la autorización de Pfizer u otras agencias reguladoras. “No querían que la gente viera esto. Es por eso que querían que la gente esperara como 75 años para ver qué contenía”.

“Esta vacuna es peor que la enfermedad”, dijo Johnson. “Todos en el mundo lanzaron esta vacuna que altera los genes con nanolípidos que esencialmente bombardearon los órganos internos de todos los que recibieron esta vacuna, incluidos los niños”.

“¿No es eso lo peor de todo? Todo el camino hasta los cinco años, y realmente querían tener los recién nacidos. Querían matar a todos”.

El MD Brian Johnson señaló lo conveniente que fue que este documento se filtró al mismo tiempo que el mundo se concentraba en otros asuntos, incluida la lucha contra los bloqueos y los mandatos de máscaras y vacunas y la guerra en Ucrania.

“Querían que la gente se olvidara de esto”, dijo. “Querían que la gente pensara en las nubes de hongo y la Tercera Guerra Mundial, cualquier cosa menos las vacunas, cualquier cosa menos la pandemia”.

 

(*) Periodista 

http://ramblalibre.com/2022/04/27/cesar-carballo-o-la-banalizacion-del-mal-1/

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