No hay noticias de que Henry Miller
(Nueva York, 1891-Los Ángeles, 1980) visitase Eivissa en su vida pero la
fama de la isla entre la intelectualidad europea como destino turístico
barato sí era conocida por el escritor. Así, Miller escribió en 1935,
mientras residía en París, ‘What are you going to do about Alf?’ (‘¿Qué
vas a hacer con Alf?’) un pequeño y divertido libro en el que, en tono
jocoso, hace un llamamiento para recaudar fondos con los que enviar a su
amigo, el escritor austríaco Alfred Perlès, a pasar una temporada a
Eivissa, «donde podría finalizar su novela».
A la pregunta del
título Miller responde en la primera línea del libro: «Lo que hay que
hacer, en mi opinión, es enviarlo a Eivissa. ¿Por qué Eivissa? Debido a
que en Eivissa se puede vivir con 300 francos al mes tout compris [todo
incluido]. Cuando digo 300 francos al mes, hablo naturalmente de las
necesidades básicas de comida y alojamiento. Esto no incluye los sellos,
cigarrillos, lavandería, aperitivos y de vez en cuando un [...] (aquí
aparece una palabra tachada por la censura en la edición de 1944
consultada por este periódico, perteneciente a la colección de Enrique
Villalonga)».
Miller justifica la petición en que Perlès necesita
un lugar barato donde acabar su novela porque de lo contrario «morirá de
hambre». «Es un genio, como estoy a punto de explicar. Y como la
mayoría de los genios, es indigente», dice Miller, unas palabras que
bien podría aplicarse a sí mismo en aquellos primeros años.
Amigos en las penurias
Así, Miller y Perlès se conocieron en 1928 y compartieron piso cerca de París (concretamente en Clichy). Pasaron auténticas calamidades, aunque siempre se ayudaron mutuamente. Prueba de ello es que en 1931, Miller fue contratado por el Chicago Tribune (edición París) como corrector de pruebas gracias a Perlès, que trabajaba allí. Miller publicó algunos artículos en el periódico pero bajo el nombre de Perlès, ya que solo el personal de la editorial podía publicar. Su vida bohemia quedó recogida en ‘Quiet days in Clichy’, escrito originalmente por Miller en 1940.
Así, Miller y Perlès se conocieron en 1928 y compartieron piso cerca de París (concretamente en Clichy). Pasaron auténticas calamidades, aunque siempre se ayudaron mutuamente. Prueba de ello es que en 1931, Miller fue contratado por el Chicago Tribune (edición París) como corrector de pruebas gracias a Perlès, que trabajaba allí. Miller publicó algunos artículos en el periódico pero bajo el nombre de Perlès, ya que solo el personal de la editorial podía publicar. Su vida bohemia quedó recogida en ‘Quiet days in Clichy’, escrito originalmente por Miller en 1940.
En
el libro ‘What are you going to do about Alf’, Henry Miller escribe:
«El mundo está lleno de genios que se mueren de hambre. Alf es solo uno,
uno entre una multitud. Pero yo conozco a Alf [...] Y eso marca una
gran diferencia. Es la hora de la verdad, si no hay más remedio voy a
enviar a Alf a Eivissa y yo me moriré de hambre. Francamente, eso sería
el último recurso. No me gusta mucho morirme de hambre, aunque sea por
el bien de un genio. [...] Todo lo que estoy pidiendo, para ir al grano,
es la colaboración de media docena de personas como yo. Piense en ello
de este modo: 25 francos a la semana lo harían posible».
Y sigue,
siempre en tono irónico: «La cuestión es ¿cuánto tiempo estamos
dispuestos a mantenerlo? ¿Tres meses, seis meses, un año? Debo decir,
más o menos, entre tres y seis meses. En ese período Alf debe completar
la novela que ha comenzado. Es decir, ¡si él es el genio que yo creo! Si
no es así, entonces ¡al diablo con él! ¡Que se pudra en Eivissa! Dios
da y Dios quita, como dicen los israelitas».
El libro, que Miller
autopublicó con el poco dinero que había ganado hasta la fecha con
‘Trópico de Cáncer’, continúa hablando de su amigo y su relación con los
escritores y la situación política de la época en un tono claramente
humorístico.
Mención aparte merecen las sorprendentes palabras
finales: «Recordad esto, por favor. Una vez que tengamos a Alf en
Eivissa estará a salvo. Nadie va a pensar en bombardear Eivissa. No vale
la pena».
El libro se publicó un año antes de que estallase la Guerra
Civil Española, período en el que Eivissa sí sufrió bombardeos.
En
el prefacio de la reedición de 1938, el propio Miller explica de nuevo
en tono jocoso: «Esta carta fue escrita originalmente en septiembre de
1935, antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial. Debido a que fue
publicado en forma impresa mucha gente pensó que era una broma y se
abstuvo de contribuir al apoyo de Alf. Sin embargo, los resultados
obtenidos fueron mucho más allá de nuestras expectativas. Alf está hoy
en su castillo del Loira. No tiene absolutamente nada de lo que
preocuparse, salvo de cuál será la próxima comida», concluye.
La
relación de Miller con Eivissa no termina en este curioso libro. No hay
que olvidar que su filosofía de vida, irreverente con los estándares
morales y estéticos, y su forma de entender la existencia humana, fueron
referentes de los beatniks y los hippies, que encontraron en la isla un
lugar donde vivir de acuerdo a esos principios.
Amistad de por vida
Alfred Perlès era todo un personaje, descrito por Miller como «encantador» y un tanto «canalla». Alabado por la crítica por ‘Sentiments limitrophes’ y ‘Le quatuor en ré majeur’, no alcanzó la notoriedad de Miller.
Alfred Perlès era todo un personaje, descrito por Miller como «encantador» y un tanto «canalla». Alabado por la crítica por ‘Sentiments limitrophes’ y ‘Le quatuor en ré majeur’, no alcanzó la notoriedad de Miller.
Perlès compartió la amistad de Miller con Lawrence Durrell y Anaïs Nin, aunque esta última terminó por odiarle, a pesar de que él estaba enamorado de ella. Las cartas entre Perlès, Miller y Durrell se recogieron en el libro ‘Correspondencia’. La amistad entre ambos se prolongó durante toda su vida. Perlès escribió ‘Mi amigo Henry Miller’, que es considerada una de sus mejores biografías.
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