PALMA.- Los programas de retorno voluntario de Cruz Roja en Baleares
ayudaron durante el pasado año a 158 inmigrantes que deseaban regresar a
sus países y no disponían de recursos económicos para hacerlo. En total
se atendieron cerca de 1.000 peticiones de información a lo largo de
2012.
En concreto, el servicio de retorno humanitario, que ofrece la
posibilidad de retornar a su país a aquellos inmigrantes
extracomunitraios en situación de vulnerabilidad, permitió el regreso de
130 personas, frente a las 128 del año anterior. Los usuarios de este
programa realizan la solicitud en Cruz Roja.
Por su parte, un total de 28 personas se acogieron al programa de
retorno de los APRE, que se refiere a personas que tiene reconocido el
derecho a la prestación por desempleo, y reciben ayudas complementarias a
través de Cruz Roja.
La trabajadora social que gestiona este programa de Cruz Roja en
Baleares, Rocío Redondo, ha explicado
que en cualquiera de los dos casos "la persona asume el compromiso de
retornar a su país natal y no retornar a España en el plazo de tres años
para realizar una actividad lucrativa o profesional".
Con todo, Redondo ha señalado que la crisis está detrás del
incremento de peticiones de ayuda para volver a sus países de origen. En
2011 y 2012 se ha atendido una media de 1.000 peticiones al año, de
personas que telefonean a la entidad o acuden a las oficina a pedir
información, "lo que demuestra el interés creciente de regreso de
inmigrantes a sus países de origen".
Por último, la trabajadora social ha precisado que el número de
solicitudes resueltas va en función de las subvenciones que reciben del
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social para este programa, unas ayudas
que se han reducido en los últimos años y que se han agotado antes de
dar respuesta a la lista de espera de personas que quieren acogerse al
retorno voluntario.
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