MADRID.- El presidente de Aeropuertos Españoles y
Navegación Aérea (AENA), José Manuel Vargas, explicó que el
gestor aeroportuario no tiene previsto bajar las tasas antes de 6 o 7
años, momento en que espera haber compensado el déficit tarifario de 250
millones que tiene actualmente.
El objetivo es que, entorno al año 2010, "si se continúan con las
política de control de costes y se recuperan los tráficos" se puedan
asistir a bajadas en términos absolutos de tasas. No obstante, se
mantendrá la política de subidas graduales en los próximos años, tal y
como se pactó con las aerolíneas.
En un encuentro informativo Vargas aclaró que eso no excluye que
antes se aprueben bonificaciones a las tasas en función de determinados
parámetros, que se sumarán a las ya existentes actualmente (nueva rutas,
días valle, temporada baja).
"Se trata de incentivos puntuales que se introducen en las tarifas
para estimular la demanda en momentos concretos", apuntó Vargas, quien
explicó que estas bonificaciones que tratarán de mejorar el tráfico
conjunto de la red se definirán en el entorno de los nuevos comités de
coordinación aeroportuaria.
En su opinión las tarifas no mueven el tráfico aéreo sino que lo
hace la demanda. A este respecto, defendió que en el caso de Barajas,
las tarifas son más bajas que las de los principales aeropuertos de
conexión europeos. Además añadió que el incremento ha sido idéntico al
de Barcelona, donde el tráfico ha evolucionado mejor.
Vargas considera que lo mejor para que las tarifas bajen es que
las compañías mantengan una política eficiente de gasto y que sus
inverisones sean más racionales.
"Son tarifas competitivas que trazan la senda de recuperación del
coste de infraestructuras a la que vez que son compatibles con la
viabilidad de las compañías", defendió.
El presidente de AENA realizó un repaso de los principales datos
de los últimos dos años del operador aeroportuario en los que ha sufrido
una importante reestructuración. Como ejemplos, destacó que la compañía
ha incrementado en más de 600 millones su Ebitda (resultado bruto), que
alcanzará los 1.500 millones en 2013.
En la misma línea valoró que el beneficio será en 2013 de 308
millones, frente a los 215 millones de pérdidas en 2011. Además la deuda
se ha reducido en unos 1.000 millones, situándose ahora en unos 12.000
millones.
Según explicó, estas mejoras son el fruto de una reducción de los
gastos, un incremento de los ingresos comerciales, el desarrollo
internacional, la adecuación del marco tarifario y la racionalización de
las inversiones que han pasado de unos 1.100 millones a unos 500
millones.
"Lo lógico sería mantenerse en estos niveles de inversión en los
próximos años teniendo en cuenta que las grandes inversiones en
infraestructuras ya se encuentran hechas y que en algunos lugares hay
sobrecapacidad que tendremos que regular", explicó Vargas.
La aplicación de esta política rigurosa de austeridad entre los
años 2011 y 2013 han permitido ahorrar 257 millones de euros al año.
Además el desarrollo de los ingresos comerciales a través del concurso
de adjudicación de las tiendas libres de impuestos permitirán unos
ingresos mínimos garantizados de 2.100 millones en años.
Por último, destacó que "el año 2013 será el último año de caída
del tráfico aeroportuario en la red". Los datos de tráfico en toda la
red de aeropuertos en septiembre han sido mejor de lo esperado, por lo
que rebajó del 7,5% al 5% la previsión de caída de tráfico para el
conjunto de 2013.
Respecto a la privatización de la compañía, Vargas destacó que la
compañía presenta un perfil atractivo para los inversiones por su
capacidad de reestructuración y por su gran potencial de desarrollo.
Según explicó, la labor de la compañía no es determinar tiempo y
formas, "esa es competencia del Gobierno" sino "preparar la compañía lo
mejor posible para que si hay una decisión de entrada de capital privado
esta se produzca".
Preguntado por si debe privatizarse más o menos del 49% de la
compañía, dijo que se debe aprobar "aquella estructura accionarial que
permita a la compañía operar sin ninguna restricción en un mercado de
competencia".
Respecto a la internacionalización, la prioridad es la aportación
de valor en la gestión frente a la participación financiera minoritaria.
"AENA tiene vocación internacional definida en su capacidad de
desarrollo y potencia financiera. Es el gigante aeroportuario de
Europa", explicó el presidente.
El gestor asegura que está involucrado con mucha atención en
cualquier proceso de internacionalización que permita control de activos
importantes, al tiempo que se encuentra abierto a desinversiones en
participaciones minoritarias donde no haya posibilidad de control.
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