Felicidades
al independentismo porque sus tesis sobre lo sucedido en Catalunya
durante el 'procés' han sido plenamente aceptadas en Europa. La
argumentación ha sido un éxito porque, entre otras razones, el Gobierno
español ha sido incapaz de estructurar una sola frase para
contrarrestar el mensaje independentista.
Del
mismo modo que el Gobierno
español ha sido autista respecto a lo que ha sucedido en Catalunya a lo
largo del último decenio, ha sido sordomudo respecto a lo que ha
sucedido en Europa y en el mundo en los últimos años.
Periódicos y medios de comunicación americanos y europeos han asumido la versión soberanista con profusión de tesis y
agravios apasionados, ante el mutismo del Gobierno español. Es cierto
que en general la prensa ha manifestado que la independencia sería
negativa para Catalunya, pero ha urgido a reconocer el problema
político. 'The Times': "Desde octubre del año pasado, el Gobierno
español ha manejado el espinoso problema del separatismo catalán con
imprudencia, dureza y aparente deseo de empeorar la situación".
Diputados y eurodiputados europeos y representantes de distintas
formaciones políticas han acogido progresivamente como válidas las
valoraciones y los puntos de vista independentistas.
Entre tanto el Gobierno español, goyescamente ensimismado. Agilidad y
torpeza. Como si el independentismo y el Gobierno español viviesen en
siglos distintos.
¿Hubiese
sido diferente la decisión del juez alemán si el Gobierno español
hubiese mantenido una política comunicativa efectiva y
contemporánea? Puede que no, pero cuanto menos Europa podría
conformarse un criterio con la información brindada por las dos partes
en litigio.
El
'procés' se ha marcado muchos autogoles y no ha conseguido
prácticamente ninguno de sus objetivos políticos, pero también es cierto
que cuando juega en la 'euroliga', arrasa. España no comparece porque a
Rajoy le aturde esto de que, en realidad, se trata de un problema
político. El 155 no tiene cobertura en Europa.
¿Alguien ha visto a algún embajador, algún ministro de asuntos
exteriores o algún eurodiputado rodeado de decenas de micrófonos
diciendo que España no es Turquía? ¿Alguien ha visto
algún líder político de otras formaciones convocando a la prensa
internacional? ¿Hemos visto algún expresidente español dando su punto de
vista en los centros europeos de poder?
Hay
que felicitar a Puigdemont y al
independentismo por su capacidad comunicativa y su audacia jurídica.
Junto a verdades a medias, algunas subjetividades y claras falsedades,
han conformado una realidad que, también por ausencia del
contrincante, ha cuajado en el panorama internacional. Ahora llega el
noqueo judicial, puede que para bien. Hace años que Rajoy perdió el
máster.
(*) Periodista
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