Este pedido del equipo de abogados de Pfizer recibió el apoyo de la Administración de Alimentos y Drogas (FDA) de Biden, pero por suerte un juez de Texas, el magistrado Mark Pittman, nominado por Trump en 2019, ordenó el pasado 7 de enero que dentro de 20 días hábiles se debía publicar todo lo requerido por los pedidos.
En total son más de 450.000 hojas de documentos que serán publicadas, a razón de 55.000 por mes, según pidió el juez Pittman. La FDA de Biden apeló para que solo se publiquen 500 hojas por mes, pero el juez de Texas no dio lugar a su pedido.
La primera liberación de información quedó totalmente sepultada en los medios por la guerra en Ucrania. Los medios alternativos todavía no llegaron a revisar todo lo que fue publicado, pero uno de los tantos documentos ya llamó la atención de muchos.
Titulado “CUMULATIVE ANALYSIS OF POST-AUTHORIZATION ADVERSE EVENT REPORTS OF PF-07302048 (BNT162B2) RECEIVED THROUGH 28-FEB-2021“, este documento de 38 páginas resume todos los efectos adversos que Pfizer registró “con especial interés” en los primeros tres meses desde el lanzamiento de la vacuna.
A partir de la página 30 se da una larga lista de miles de efectos adversos, que incluye desde el Síndrome de Alpers hasta neuropatías moto-sensoriales, en más de 8 páginas nombrando uno por uno todos las posibles enfermedades que pueden surgir luego de darse una dosis de esta vacuna. A pesar de la preocupación que esto puede generar en muchos, las probabilidades de sufrir un efecto adverso son minúsculas, pero existentes.
Incluso el mismo reporte indica en sus conclusiones (pag. 29): “La revisión de los datos disponibles para esta experiencia acumulada de PM confirma una favorable beneficio: balance de riesgo para BNT162b2“.
En otra parte del documento, se indica que de 42.086 casos de efectos adversos reportados en los primeros tres meses de la vacuna, 1.223 personas fallecieron, con casos sacados de Gran Bretaña, Estados Unidos, Italia, México, Francia y otros.
Esto rompe con la narrativa de la empresa, el gobierno y los medios de que no hubo un solo caso de efectos adversos que haya provocado la muerte. Según estos datos, en 3 meses, murieron más de mil personas.
Extrapolando estos datos a los más de 15 meses que la vacuna ha estado siendo inyectada en toda la población de Estados Unidos, se podría estimar, de mantenerse constante esta proporción, que casi 7.000 personas fallecieron por efectos adversos de la Pfizer desde que se empezó a dar la vacuna en todo el mundo.
También es importante aclarar que en la tabla donde se resumen estos datos, hay 11.361 casos que “no se habían recuperado al momento de confeccionar el reporte”, y pudieron haber fallecido luego; y otros 9.400 casos figuran como “desconocidos”, por lo que dentro de este grupo podría haber más muertes.
En el reporte se denomina VAED (siglas en ingles de “Enfermedad Intensa Asociada a la Vacuna“) a los casos de efectos adversos “severos” tanto neurológicos como respiratorios (VAERD).
Según el estudio de los 42.086 casos, se concluye que “En esta revisión de sujetos con COVID-19 después de la vacunación, basada en la evidencia actual, VAED/VAERD sigue siendo un riesgo teórico para la vacuna. La vigilancia continuará“.
Habrá que esperar a nuevos conjuntos de hojas sean liberados para ver si Pfizer encontró que estos efectos adversos no presentan una peligrosidad significativa o si, por el contrario, estuvieron ocultando miles de muertos en todo el mundo por la vacuna que ellos pusieron en el mercado y que cientos de gobiernos obligan a sus poblaciones a inyectarse contra su voluntad.
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