MAHÓN.- La Direcció de Ports i Aeroports del Govern ha
recibido quejas sobre las prácticas de comercialización ‘on line’ de
billetes que está llevando a cabo la compañía Air Nostrum en la ruta de
servicio público entre Menorca y Madrid, anuncia 'Última Hora'.
Según ha podido comprobar este
diario balear, la empresa informa a los usuarios de que quedan pocas plazas
disponibles en una determinada tarifa (animando al comprador a
apresurarse en la adquisición del billete) y días después amplía esa
oferta de asientos con tarifas más ventajosas.
La denuncia ha sido trasladada en persona a su máximo responsable,
Antoni Deudero, por Josep Piris, artífice de la recogida de firmas para
mejorar las condiciones de la ruta subvencionada (ya lleva más de 4.400)
y que califica la práctica de «engañosa» y «abusiva». Antes, se dirigió
a la compañía hasta en dos ocasiones para denunciarla y recibió dos
contestaciones que no dan respuesta a las dudas sobre la política de
comercialización de la filial regional de Iberia.
Piris explica su caso particular: adquirió un billete apremiado porque la compañía ofrecía sólo un asiento por 47,78 euros y nueve días más tarde comprobó que se informaba que en el mismo vuelo quedaban cuatro asientos libres por 32,48 euros (ambas cantidades con descuento de residente).
Desde la Dirección de Ports i Aeroports entendían (el mismo mensaje le trasladaron en persona) que se trata de «una práctica totalmente licita» e incluso se aventuraron a defender algunas razones por las que creen que ocurre. Entre ellas, que se haya cambiado a un avión con más plazas o que se hayan cambiado reservas permitiendo liberar algunos asientos. Ante todo, defienden que «se trata de una empresa privada» con una política de comercialización que «se ajusta a la legalidad».
El propio Deudero comunicó a Piris que para impedir que se llevaran a cabo se tendrían que haber prohibido expresamente en la declaración de Obligación de Servicio Público (OSP), algo que no se realizó. El régimen de servicio público implica una subvención anual de hasta 1,2 millones de euros, además de la operación de la ruta en exclusividad.
Piris explica su caso particular: adquirió un billete apremiado porque la compañía ofrecía sólo un asiento por 47,78 euros y nueve días más tarde comprobó que se informaba que en el mismo vuelo quedaban cuatro asientos libres por 32,48 euros (ambas cantidades con descuento de residente).
Desde la Dirección de Ports i Aeroports entendían (el mismo mensaje le trasladaron en persona) que se trata de «una práctica totalmente licita» e incluso se aventuraron a defender algunas razones por las que creen que ocurre. Entre ellas, que se haya cambiado a un avión con más plazas o que se hayan cambiado reservas permitiendo liberar algunos asientos. Ante todo, defienden que «se trata de una empresa privada» con una política de comercialización que «se ajusta a la legalidad».
El propio Deudero comunicó a Piris que para impedir que se llevaran a cabo se tendrían que haber prohibido expresamente en la declaración de Obligación de Servicio Público (OSP), algo que no se realizó. El régimen de servicio público implica una subvención anual de hasta 1,2 millones de euros, además de la operación de la ruta en exclusividad.
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