sábado, mayo 12, 2018

Fusiones, absorciones, alianzas y compra-venta de empresas / Ángel Tomás *

La globalización, la internacionalización, el crecimiento del capital riesgo y la consolidación de grupos empresariales, han favorecido en las últimas décadas la fusión, absorción y compra-venta de empresas por motivos personales, familiares, societarios, competitivos o financieros.

Cualquiera de estos procesos resulta muy complejo y laborioso y se extienden en la mayoría de los casos a meses requiriendo, además, preparación técnica especializada e inteligencia positiva, sin olvidar un acuerdo de confidencialidad imprescindible, que caso de no llegar a buen fin mantenga los valores de la empresa reservados.

Para que el proceso necesario de “valoración, negociación y cierre” concluya de forma satisfactoria, habrá de establecerse el “valor empresarial” en función de los balances y cuentas de pérdidas y ganancias reales de los cinco últimos años, o de los transcurridos desde la fundación si la vida de la empresa es inferior a cinco. El “precio” en que finalizará la operación nunca coincidirá con el del “valor empresarial”, por ser objeto, como en toda operación mercantil, de intereses contrapuestos entre las partes. Es de la máxima importancia diferenciar los términos valor y precio.

Para establecer el valor de una empresa en un momento determinado, habrán de seguirse los siguientes pasos: 1.- Memoria descriptiva de su historial, objetivos, valores de su fondo de comercio y diferenciación con la competencia. 2.- Elaboración de la documentación completa, analítica y real de la posición económica-financiera y flujos de caja, y 3.- Planes de innovación y creatividad previstos realizables. El valor obtenido puede verse afectado por el de mercado y sobre todo por la oferta y la demanda en el momento de la operación pretendida.

Los motivos que han impulsado a las operaciones corporativas de fusiones o adquisiciones, han sido muy diversos y en la mayoría de los casos imprescindibles: “Empresas familiares”. Cuatro de cada cinco en la tercera generación, por falta de adoptar soluciones de continuidad y pactos de obligado cumplimiento, se ven obligados a venderla o ceder la gestión con pérdida de la responsabilidad de dirección tradicional.

“Deseo de continuidad”. Para no perder el esfuerzo creativo y dedicación de años, que sirvió para conquistar un mercado y crear una importante plantilla de empleados. “Necesidad de crecer”. Un mercado competitivo interior y exterior, la necesidad de aumentar la rentabilidad o la concentración de otras empresas del sector, obligan a consolidar, y para ello surge la necesidad de más recursos financieros.

“El deterioro continuado de los márgenes comerciales”. La alta competencia y la pérdida continuada de valor, obliga a la búsqueda de inversores para evitar la solicitud del concurso de acreedores, que generalmente termina en la liquidación y pérdida de todos los valores conseguidos con esfuerzo y sacrificio durante años.

“La actual existencia de grupos financieros inversores”. España es uno de los países elegidos para inversiones del exterior, y en especial en determinados sectores. Ejemplos los tenemos que terminaron en absorción o tomando participaciones mayoritarias, cuyo precio superó el valor real prudente de mercado.

Una empresa debe elaborar anualmente una documentación contable completa, expresando: la situación económica y financiera, los nuevos valores creados, las innovaciones estructurales, los costos comparativos por artículo y familias, las variaciones de la demanda y las nuevas tendencias del consumo; cuyo conjunto de datos servirán de base para establecer objetivos y presupuestos para el nuevo ejercicio.

ANALIZAR E INVERTIR EN CALIDAD
Si pretendemos definir de una manera amplia la palabra calidad, nos resultará complicado, porque se aplica a todo acto, objeto, pensamiento o novedad creativa, pero si la aplicamos a la inversión en valor empresarial su comprensión será generalmente rápida y aceptada. Una inversión en calidad supone admitir una gestión excelente, unos resultados crecientes y una gran capacidad de liquidez que permita una reinversión también rentable.

Otro elemento de necesario estudio es que el negocio despliegue su actividad en un sector adecuado y seguro, con posibilidades de crecimiento futuro y diversidad de ventajas competitivas, ya que de ser pasajeras las ventajas positivas (cuestión del ciclo), disminuiría la calidad empresarial e impediría la investigación y el desarrollo I+D). La inversión se inclina siempre más por la valoración cualitativa que por la cuantitativa, junto a las ventajas competitivas.

El capital circulante necesario para generar ingresos es también objeto de estudio de todo inversor. Lo constituyen principalmente los activos aplicados a inventario y a deudas a corto plazo, como los créditos a clientes pendientes de cobro. El crecimiento de las ventas o servicios originan aumento del capital circulante, restando flujos a caja como consecuencia. El crecimiento del circulante exigido por el de ventas habrá de no anular, aunque en menor cuantía, los flujos de caja.

Sin embargo, un profundo análisis previo a toda inversión debe contemplar “La Generación
del Futuro” (Next Generation). EL progreso tecnológico está invadiendo de manera vertiginosa e imparable las materias primas, el sector industrial, la distribución y el consumo, llegando incluso al cambio de nuestros estilos de vida mediante el impulso de nuevas necesidades y costumbres. La digitalización apoyada en la inteligencia artificial cognitiva y los datos, productos y servicios masivos integrados en la nube y el aprendizaje automático, hacen que el software a través de la nube y su inmensa oferta de servicios, sea cada vez más eficaz.

La creación de riqueza global protagonizada principalmente por los grandes países emergentes, se manifestará especialmente en la mejora del medio ambiente transformando el futuro de la energía y como consecuencia del transporte. Se impondrá la solución a la producción sostenible y de calidad de los productos para la alimentación, requerido por el crecimiento de la población global. La ingeniería médico-quirúrgica y la investigación sobre sustancias que combatan gérmenes antibacterianos y antifúngicos, transformará la medicina, la producción farmacológica y su distribución. 

Por último, la electrónica, la robótica, el avance de la infraestructura móvil y de los servicios adyacentes, junto a la expansión creciente del comercio digital, influirá en la disminución de los costos y de los puestos de trabajo; sin olvidar que la “tecnología financiera” frente al cambio secular de pagos al sistema digital, obligará a la banca a suprimir sucursales y reducir plantillas.

El tejido empresarial se enfrenta a un obligado cambio de estructura continuado, a un establecimiento de objetivos variables, con posible afección de los agentes externos, a una creatividad original y una diferenciación en el mercado frente a su competencia, de lo contrario la supervivencia no será posible.




(*) Economista y empresario

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