domingo, diciembre 30, 2018

Más de 2.000 personas se manifiestan en Mallorca por la independencia


PALMA.- Más de 2.000 personas han participado en la manifestación independentista convocada en Palma de Mallorca con motivo de la Diada. Con el lema de la pancarta principal "Por la plena soberanía. República mallorquina. Construyamos los Paísos Catalanes", la cabeza de la manifestación ha salido del paseo del Born de Ciutat.

Tras la pancarta, el portavoz de ERC en el Congreso, Joan Tardà, la coportavoz de MÉS per Mallorca, Bel Busquets; el presidente del Consell de Mallorca, Miquel Ensenyat; la portavoz presidente de la Asamblea Soberanista de Mallorca, Margalida Miquel; la presidenta de la Asamblea Nacionalista Catalana (ANC), Elisenda Paluzie; el alcalde de Palma, Antoni Noguera; entre otras autoridades, encabezando una manifestación soberanista llena de banderas, pancartas y lemas defendiendo la soberanía de Baleares. 
Algunos asistentes han portado carteles a favor de la libertad de los presos catalanes y líderes del Procés.
La marcha, que ha comenzado a las 18,30 horas, ha recorrido distintas vías y calles de la ciudad y ha finalizado en el Parque de las Estaciones. A las 19,00 Vox y el Foro Baleares han convocado su propia concentración en la plaza de España cuyo lema es 'Por la unidad de España. No somos Països Catalans', en la que han participado más de 300 personas.
Justo una hora después, a las 20,00 horas, ha tenido lugar el acto institucional de la tradicional ofrenda floral junto a la estatua del rey Jaume I, en la plaza de España, a la que han asistido las máximas autoridades de la ciudad y de Baleares.

El "gurú" De Guindos cuando vendía las cuotas participativas fallidas de la CAM

MADRID.- Un caluroso día del mes de mayo de 2008 en Alicante, la extinta Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) reunía a todos sus directivos y directores de oficina para arengarles ante la crisis que acechaba y presentar el producto financiero estrella que les iba a permitir superar el temporal y "hablar de tú a tú" a la gran banca comercial. Las cuotas participativas, según recuerda el.diario.es

EE UU ya había entrado en recesión y varios de sus bancos habían caído a causa de las hipotecas basura. La tormenta ya hacía temblar los cimientos bancarios de Suiza y Gran Bretaña. Pero en España, la música seguía sonando al son de la batuta de prestigiosos gurús económicos, el Banco de España y el Gobierno del PSOE.
El producto estrella lo presentaban a los directivos de la CAM el economista de Analistas Financieros Internacionales Emilio Ontiveros y el otrora presidente ejecutivo para España y Portugal del también fallido y piedra angular de la crisis Lehman Brothers, Luis de Guindos, entidad que ayudaría en la comercialización de las cuotas participativas por primera vez en la historia de España y gracias a la autorización del Gobierno. Más de 50.000 clientes adquirieron este producto.

¿Qué podía fallar? De Guindos había sido secretario de Estado con Rodrigo Rato y uno de los padres del "milagro español", (amén de posteriormente gran protector político del banquero murciano Egea Krauel). Pero las cuotas participativas -una especie de acciones de las cajas de ahorros pero sin "derechos políticos"- acabaron siendo uno de los mayores pufos de la historia de las finanzas en España que, con el hundimiento de la CAM por su insolvencia, arruinó a miles de pequeños inversores a los que se les vendió el producto como un plazo fijo. 
Este acto triunfalista y su impacto en la historia de la CAM -absorbida por un euro por Banco Sabadell años después tras fracasar en una fusión- se incluye en una de las cuatro partes en que se divide el último libro del periodista Ernesto Ekaizer El libro negro. Cómo falló el Banco de España a los ciudadanos (Espasa, 2018). 
Eldiario.es ha accedido al vídeo del acto que acompaña a la noticia y cuya conversación se reproduce a continuación por su interés periodístico para entender la magnitud tragicómica de la crisis y a algunos de sus personajes.
La presentación de las cuotas participativas se realizó en la sala principal de la Institución Ferial de Alicante y se planteó como un show al estilo americano. Antes de la charla de Guindos y Ontiveros moderada por una conocida presentadora de televisión, los más altos directivos de la CAM habían animado a la tropa preocupada por la llegada de una crisis financiera que el Gobierno de Zapatero y el Banco de España todavía se empeñan en negar.
El acto sobre las cuotas participativas se planteó como un diálogo entre las dos estrellas invitadas con preguntas teledirigidas de la periodista para sacar el máximo provecho a los expertos. Guindos explica que las cuotas son como acciones, pero sin "derechos políticos". Según el actual vicepresidente del BCE, "son el recurso de mayor valor para los mercados financieros" y que "más crecerá en la actual situación" de inestabilidad.
Tras la presentación inicial llegó la soflama: "Las cuotas participativas será algo que, con el tiempo, tres o cuatro años, será estudiado en las mejores escuelas de negocio del mundo", asegura De Guindos, que antes había sido precedido por Ontiveros llamando a la tranquilidad. "Este producto no te convierte en un rentista de riesgo, sino en participante de los éxitos de la CAM. El paso que faltaba a las cajas para hablarles de tú a tú a los grandes financieros", argumenta el economista.
Y sigue la arenga el exministro: "Estamos haciendo historia económica. Por primera vez se da a terceros la oportunidad de participar en la historia de éxito de la CAM". El resto de la historia de la caja de ahorros alicantina y del "éxito" de las cuotas participativas que miles de clientes llevaron a los tribunales tras perder todo lo invertido ya es conocido y ha sido contado. 
En abril de este año, la Audiencia Nacional archivó la causa penal contra los directivos de la caja alicantina por la comercialización de las cuotas participativas y son ahora los juzgados de lo civil de los partidos judiciales donde había oficinas de la CAM los que atienden las demandas de los afectados. El primer juicio por esta vía se celebró el pasado mes de septiembre. Todos esperan a recibir justicia.

La jueza prorroga el secreto del 'caso Zaplana' pero le oculta sus argumentos

MADRID.- La instructora del caso Zaplana decretó hace unos días una nueva prórroga del secreto que pesa sobre el procedimiento en el que se investiga al expresidente de la Comunidad Valenciana y que estalló el pasado mayo con la entrada en prisión del 'popular'. La responsable del caso Erial dictó un auto para argumentar su decisión, pero ha mantenido los motivos que le llevan a hacerlo también en reserva para las partes.

El escueto escrito notificado a Zaplana, al que ha tenido acceso El Confidencial, no incluye por tanto argumentación alguna y se limita a reflejar la parte dispositiva. Como antecedentes de hecho muestra, exclusivamente, la fecha de la anterior prórroga del secreto, dictada en noviembre. 
Los fundamentos de derecho quedan sustituidos por unos puntos suspensivos. En la disposición final acuerda "prorrogar el secreto de las actuaciones para todas las partes excepto para el Ministerio Fiscal" y precisa que se dará cuenta a estas únicamente de la parte dispositiva y los antecedentes.
La prórroga se ha producido en pleno repunte de la polémica por el mantenimiento en prisión de Eduardo Zaplana, que fue ingresado hace unos días en La Fe por complicaciones en una dolencia derivada del trasplante al que se sometió para paliar su leucemia. 
La magistrada le ha denegado la salida de prisión en varias ocasiones y no considera que su delicado estado de salud sirva para paliar el riesgo de fuga y de destrucción de pruebas.
En un auto de hace unas semanas rechaza la oferta de colaboración del acusado bajo la justificación de que puede tratarse su dolencia en cualquier lugar, también allí donde hay "paraísos fiscales". 
 La magistrada María Isabel Rodríguez asegura que la enfermedad del considerado cabecilla del caso Erial no congela el peligro de que escape a la acción de la justicia. "Hospitales hay en todos los países, incluidos los paraísos fiscales", destaca la magistrada que no da crédito a la oferta de cooperación que formuló Eduardo Zaplana, dispuesto a facilitar el detalle de sus cuentas que el Juzgado rastrea a través de comisiones rogatorias a distintos estados que aún están pendientes de respuesta.
El que fuera ministro de Trabajo con el PP ingresó en la cárcel de Picassent hace más de siete meses junto a varios de sus colaboradores en el caso Erial, los presuntos testaferros Joaquín Barceló y Francisco Grau. 
En el caso, que también afecta al exdirector general de la Policía Juan Cotino, se le atribuyen delitos como cohecho, prevaricación, malversación, blanqueo de capitales, tráfico de influencias, fraude en la contratación, delito fiscal, falsedad documental y de formar una asociación ilícita y un grupo criminal organizado para delinquir.
A cargo de la Fiscalía Anticorrupción y la titular del Juzgado de Instrucción 8, la causa trata de delimitar el blanqueo de más de 10 millones de euros procedentes del cobro de comisiones ilegales por la adjudicación de contratos públicos entre ellos la concesión de las ITV y el plan eólico, durante la etapa de Zaplana al frente de la Generalitat.

El Papa convoca a obispos de todo el mundo en una cumbre contra los abusos sexuales

CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Francisco ha convocado, entre el 21 y el 24 de febrero, a los presidentes de las Conferencias Episcopales de todo el mundo en una cumbre sin precedentes para atajar los casos de abusos sexuales en el seno de la Iglesia.

Además, el Pontífice ha solicitado a los máximos responsables de las conferencias episcopales de cada país que visiten personalmente a víctimas de abusos sexuales como paso previo para la preparación de este encuentro.
En una misiva remitida a cada uno de ellos, Francisco explicó que el objetivo de visitar a las víctimas es que aprendan "de primera mano el sufrimiento que han soportado".
Para el Papa, estos encuentros personales son una "forma concreta" de reafirmar que los supervivientes del abuso clerical son la "prioridad" en la mente de todos durante el encuentro de febrero, a medida que se unen "en solidaridad, humildad y penitencia" para avanzar en la crisis de los abusos.
Francisco pretende implantar un protocolo de actuación común en todas las áreas geográficas episcopales para que no vuelva a reproducirse el silencio cómplice de las más altas esferas de la jerarquía católica en torno a estos casos. Durante 2018, informes como el de la Corte Suprema de Pensilvania (EEUU) -que reveló que más de 300 sacerdotes abusaron de niños durante las últimas siete décadas con la mirada connivente del Vaticano- o el de la Iglesia católica alemana -que documentó 3.677 casos de abusos sexuales a niños entre 1946 y 2014- han acelerado esta decisión.
Además, el Papa se enfrentó durante 2018 a otra polémica relacionada con el escándalo de los abusos durante su visita a Chile, cuando defendió al obispo Juan Barros, acusado por un grupo de víctimas de encubrir los abusos sexuales del sacerdote Fernando Karadima. A los pocos días, el Papa se dio cuenta de su error y rectificó. Recibió a tres de las víctimas del sacerdote Fernando Karadima en el Vaticano y abrió una investigación que cristalizó en la renuncia en bloque de la Conferencia Episcopal del país andino. De momento, ha aceptado la dimisión de cinco de ellos.
El Pontífice también hizo de la lucha contra la pederastia una de las claves de su viaje a Irlanda en el mes agosto para asistir al Encuentro Mundial de las Familias. "Pedimos perdón. El Señor mantenga y acreciente este estado de vergüenza y de compunción, y nos dé la fuerza para comprometernos en trabajar para que nunca más suceda y para que se haga justicia", señaló entonces Francisco en un viaje en el que se reunió con víctimas de esta lacra en un país en el que se han destapado diversos escándalos a lo largo de los años.
Durante ese viaje, el exnuncio de la Santa Sede en Estados Unidos, monseñor Carlo Maria Viganò pidió en una misiva la renuncia del Papa, al que acusó de conocer desde junio de 2013 las acusaciones de abusos sexuales que pesaban sobre el cardenal Theodore McCarrick. Francisco había aceptado en julio la renuncia del que fuera arzobispo emérito de Washington después de que la justicia estadounidense diera crédito a diversas denuncias de abusos y encubrimiento contra McCarrick.
El Papa prefirió no responder a las acusaciones de Viganó asegurando que sus declaraciones "hablaban por sí mismas". Unas afirmaciones que generaron cartas de apoyo al Pontífice por parte de conferencias episcopales de todo el mundo. El cardenal Ricardo Blázquez, arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), dirigió una carta de "afecto, cercanía y apoyo" a Francisco. "Santo Padre, no está solo", aseguraba en el escrito.
Además, a finales de este año el Vaticano ha oficializado la salida del círculo de consejeros que asesoran al Papa (el C-9 vaticano) de los cardenales Francisco Javier Errazuriz y George Pell. El primero está implicado en el encubrimiento de las denuncias de las víctimas del sacerdote chileno Fernando Karadima. El segundo fue recientemente condenado por un tribunal australiano por abusos sexuales a dos menores.
La problemática de los abusos sexuales por parte del clero ha sido uno de los principales desafíos del pontificado de Francisco, que aplicó desde el inicio una política de 'tolerancia cero' que impulsó su predecesor Benedicto XVI.
Para ello, puso en marcha una comisión específica, aunque no estuvo exenta de polémicas, como la dimisión de la irlandesa Marie Collins, una de las víctima que formaba parte de la comisión al entender que parte de la curia romana ponía obstáculos a los trabajos de este órgano.
En su tradicional discurso de Navidad ante la Curia Romana de este año, Francisco volvió a asegurar que la Iglesia hará todo lo necesario para llevar ante la justicia a los curas pederastas al tiempo que afirmó que "nunca más encubrirá o subestimará" los casos de abusos sexuales por parte del clero.

La Inquisición española / Ramón Cotarelo *

Nadie está llamándose a engaño. La causa general contra el independentismo es un típico proceso político, disfrazado de farsa judicial. Judicial porque se quiere disimular el aspecto político; farsa porque se ha montado con falsedad y atropello de todos los derechos de los acusados, empezando por el del juez natural. 

Por eso, la declaración de Turull centra la cuestión: no pedirá perdón y reivindicará lo que hicieron el 1-O y el 27-O porque no entiende que fuera un delito, sino un acto político y, como tal debatible en foro político, no penal. Palinuro coincide. En efecto no solo no se dan los delitos concretos que se les imputan de rebelión y sedición porque, al faltar el requisito de la violencia, no pueda hacerse; es que, mirado con detenimiento, no hay delito en absoluto.

Procurar cualquier objetivo por medios pacíficos y democráticos es un derecho. También lo es procurar pacífica y democráticamente la separación de España. Si no lo es, o no se permite que lo sea, arrastrando a los responsables a una farsa judicial, evidentemente, no será a causa de los medios, que son los mismos, sino a causa del fin, esto es, la separación de España. Lo que los jueces quieren castigar como delito es el ejercicio de un derecho. 

El ámbito del derecho es el de las interpretaciones divergentes. Pero no tanto. Algo no puede ser un delito y un derecho al mismo tiempo, salvo que lo sea para partes distintas, como es el caso. Para los indepes, la acción política pacífica y democrática en pro de la independencia de Cataluña es un derecho irrenunciable. 
Para los jueces, el gobierno, los medios, la opinión española, procurar algo pacífica y democráticamente es un derecho, salvo que se trate de la separación de España. El "delito" está en el propósito, el objetivo, la idea.

Este juicio es una farsa porque es un proceso de convicciones, como los de la Inquisición. Lo que para esta era herejía, para los juzgadores de hoy es un crimen nefando que les gustaría tratar como delito de alta traición. Al necesitarse aquí una situación bélica (siempre más difícil de inventar que la existencia de violencia) no se puede proceder por la vía militar, aunque no será por falta de ganas

La justicia de los jueces españoles se hace en nombre del Estado español, personificado en el monarca, en resumen, de España. España es la fuente absoluta de derecho. Es una entidad prejudicial, en cuyo marco tienen sentido los procesos legales. Su permanencia y unidad, por tanto, son sagradas. 
Si alguien osa cuestionar la unidad de España, cuestiona su misma razón de ser, algo que los jueces no pueden admitir, ya que los cuestiona a ellos, descubriendo su carácter de juez y parte y aniquilando toda base de la justicia. 

Lo que los jueces quieren juzgar es un viejo conocido de toda tiranía: el "delito" de opinión. Por eso el proceso es una farsa judicial porque es un proceso por convicciones. La doctrina que subyace en esta actitud de unos jueces españoles dispuestos a condenar a unas personas por no querer ser españolas es la muy esclarecida que soltaba ayer Rosa Díez: las ideas independentistas no son legítimas y Vox es un partido político tan legítimo como otros. Ideas no legítimas, tome nota, Torquemada cuando haya que proceder contra quienes las albergan. Y Vox, partido legítimo.

Por supuesto, mientras no delinca, será legitimo. La gente tiene derecho a pensar lo que quiera y decirlo, según las circunstancias. Tan legítimo es ser independentista como soñar con ver a todos los independentistas colgados. Con todo, esta segunda variante no tiene buena fama. 

En su visión, los jueces están animados del espíritu de Díez. Para ellos, negar España, ir contra su unidad, querer separarse, como para la ex-de UPyD, es ilegítimo, es delictivo, debe castigarse. A esos apuntan las referencias de algunos al superior interés de España en su lenguaje judicial . 
Es el mismo espíritu que anima a Vox: todo por España. Y tanto en el caso de los magistrados como de los ultras de Abascal, "todo por España" significa "todo contra Catalunya". 

Los herejes de la Inquisición de hoy somos los catalanes.
(*) Catedrático emérito de Ciencia Política en la UNED