MADRID.- El PSOE sube en las doce comunidades
en las que este domingo se han celebrado elecciones autonómicas pero
sólo tiene aseguradas cinco: Castilla-La Mancha y Extremadura, donde
obtiene mayoría absoluta, Baleares y Asturias y se haría con La Rioja,
tras 24 años gobernada por el PP, si pacta con Podemos.
Sin embargo, los socialistas pierden Aragón, ya que, aunque son la
primera fuerza, la izquierda no logra la mayoría absoluta, que sí
alcanzan PP, Cs y Vox si incorporan al PAR.
Mientras, los populares mantienen la Comunidad de
Madrid, tras un ajustada victoria sobre el PSOE, Más Madrid y Unidas
Podemos (sólo un escaño de diferencia); Murcia, puede que incorporen
Aragón y revalidan la presidencia de Ceuta y Melilla si cuentan con el
apoyo de Vox.
En Castilla y León, feudo del PP desde
hace 32 años, los socialistas han conseguido 34 escaños, sumando así
nueve más a los obtenidos en 2015, frente a un PP que ha perdido once
procuradores para quedarse en 31.
De esta manera, el
Gobierno de la Junta de Castilla y León está en las manos de Cs, que con
12 escaños, siete más que en las últimas elecciones, puede decidir el
color del gobierno.
En Canarias, el PSOE es la
primera fuerza con 25 diputados, lo que obliga a un escenario de pactos
con NCA (4), Agrupación socialista Gomera (3) y Podemos (4). Esto daría
los 36 diputados necesarios para la mayoría absoluta.
Coalición Canaria, que lleva 26 años en el Gobierno, logra 20 escaños, mientras que el PP suma 11 y Cs, dos.
En Cantabria, el PRC se sitúa por primera vez como la fuerza más votada
con 14 de los 35 diputados, seguida por el PP, que pasa a ser el
segundo partido de la región, y Vox, que se estrena en el Parlamento
cántabro con dos diputados. El PSOE sube de cinco a siete, y Cs aumenta
de dos a tres.
Navarra Suma, plataforma que integra
UPN, PP y Cs, logra 19 de los 50 escaños pero la formación del Gobierno
foral dependerá de los pactos, pero sobre todo de los socialistas, ya
que el PSN-PSOE pasa de ser la quinta fuerza a la segunda, con 11
diputados.
Al PSN-PSOE le sigue Geroa Bai, con 9; Bildu, 8; Podemos, 2; y Izquierda-Ezkerra, 1.
En estas elecciones se da la circunstancia que Vox irrumpe en siete de
los doce parlamentos autonómicos, con especial presencia en la Comunidad
de Madrid, con 12 diputados.
En Murcia, la formación
de extrema derecha se hace con cuatro escaños; en Baleares y Aragón,
tres en cada caso; en Asturias y Cantabria, dos en cada una de ellas y
un diputado en Castilla y León.
Por contra Podemos se
hunde en todas las comunidades y desaparece en Castilla-La Mancha,
donde en la anterior legislatura permitió un Gobierno de coalición con
el PSOE y la presidencia de Emiliano García-Page.
En
esta ocasión, García-Page ya no necesita de alianzas para gobernar tras
obtener 19 diputados, dos más de los que fija la mayoría absoluta.
Tampoco el presidente de Extremadura Guillermo Fernández Vara precisa
de pactos, ya que revalida el cargo con 34 diputados, superando en uno
la mayoría absoluta.
En Asturias, el socialista
Javier Fernández logra una amplia victoria pero necesita de otras
fuerzas de izquierda para gobernar.
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