viernes, junio 28, 2019

El ministro Planas se abre a blindar el cerdo ibérico para evitar que se críe fuera de España

MADRID.- ‘Limited American Iberico Edition’. Es la carta de presentación del cerdo ibérico en Estados Unidos, donde no existe ningún impedimento para criar, producir y comercializar un alimento fuertemente vinculado a España. Una de las primeras en aprovechar esta oportunidad fue Iberian Pastures, fundada por dos estadounidenses de padre extremeño (Kurt y Jaime Oriol) al sur de Georgia. Dicha productora cárnica alimenta a sus animales con cacahuetes en lugar de bellotas y vende ibéricos ‘made in USA’ a través de canales como Amazon, relata El Confidencial.

Y está en todo su derecho. “¿Por qué no van a poder hacerlo? El término ‘ibérico’ no está protegido en el mundo, muy a nuestro pesar”, explican desde la industria porcina. Eso es lo que está a punto de cambiar, o esa es la voluntad tanto del Ministerio de Agricultura como de la Asociación Interprofesional del Cerdo Ibérico (Asici). 
La herramienta para hacerlo es la indicación geográfica protegida (IGP), una especie de sello con el que sería posible blindar el ibérico español en la Unión Europea. En la actualidad, basta con que un ganadero tenga animales con un 50% de tronco racial ibérico para calificarlos como tal, incluso aunque se críen fuera de España.
“El Gobierno apoya las iniciativas que nacen del sector para la protección (como IGP) de los productos que se elaboran en distintas zonas de España”, responden fuentes de Agricultura tras ser preguntadas por el jamón ibérico. No obstante, el procedimiento para activar la indicación geográfica protegida es lento y engorroso, debe ser avalado por las administraciones públicas y debe pasar los filtros de la Comisión Europea en última instancia.
“La raza no es lo único que diferencia a un producto, también la zona en la que ha sido producido. Todos estamos de acuerdo en que hay que blindar el término ibérico con una IGP para toda la Península, incluido Portugal”, sostienen desde la Asociación Interprofesional del Cerdo Ibérico (Asici), que representa a los ganaderos y a la industria transformadora. Pero no basta con una declaración de intenciones. La pelota está en el tejado del sector porcino, que deberá agruparse para solicitar esta protección formalmente.
La interprofesional del cerdo lo sabe y está dispuesta a mover ficha. De hecho, tiene prevista una reunión con el ministerio en septiembre para abordar este tema. 
“Estamos trabajando en ello. El blindaje del ibérico serviría para mejorar su promoción y dar garantías a los consumidores no solo en nuestro país [donde ya se certifica con un sistema de precintos blancos, verdes, rojos y negros recogidos en la Norma de Calidad española] sino en toda Europa”, añaden desde esta organización.
"Estamos preparando estudios con diferentes universidades para reforzar esa identificación del jamón ibérico en todo el mundo, de manera que nadie lo pueda producir fuera de España y Portugal", avanzó el presidente de Asici en una reciente entrevista con RNE. Antonio Prieto descarta que otros países como México estén interesados en emular a Estados Unidos, pues "allí son respetuosos con un proyecto que saben que es nuestro".

Los ‘ibéricos americanos’ respiran tranquilos

En cualquier caso, los ‘American Iberico’ quedarían exentos porque la indicación geográfica protegida solo se aplica en la Unión Europea, despejando el camino tanto a Iberian Pastures como a Acornseekers LLC. Este último negocio empezó con dos emprendedores españoles que capturaron a 145 cerdas madres en España para llevárselas a Texas, acompañadas de cinco machos. 
Hoy manejan más de 3.000 ejemplares ibéricos 100% puros de bellota y despertaron el interés del mismísimo ‘carnicero’ de Mercadona, Incarlopsa. El interproveedor de los supermercados compró el 67% de Acornseekers a principios de este año, sin desvelar el importe de la operación.
Lo mismo ocurre en Asia, donde el jamón ibérico tampoco quedaría protegido. Y no hablamos de un mercado baladí. China es uno de los mayores consumidores de cerdo a nivel mundial, hasta el punto de que se ha convertido en segundo cliente de España por volumen de exportaciones. 
Las ventas de producto porcino a ese país han aumentado un 273% en los últimos cinco años, un porcentaje que podrá duplicarse gracias al acuerdo comercial firmado entre ambos países a finales de 2018.
Si todos están de acuerdo con impulsar la IGP para proteger uno de nuestros bienes más preciados —como ocurriera con el champán en Francia o la carne de kobe en Japón—, ¿por qué tarda tanto en salir adelante? 
“Hay miedo a que Bruselas tire abajo el proyecto por pretender incluir no solo al ibérico puro (100%), sino a mezclas (al 75% o incluso al 50%, como marca la norma española). La raza se ha prostituido”, critican fuentes del sector.
Otros apuestan por la creación de una única denominación de origen protegida (DOP) que abarque no solo al cerdo que se alimenta de bellota en la dehesa. “Cuatro de cada cinco cerdos se crían en ganadería intensiva porque no hay espacio para todos. ¿Por qué íbamos a dejarlos fuera?”, plantea Rafael Fuertes en un encuentro con este periódico. 
El presidente ejecutivo del Grupo Fuertes (El Pozo) es partidario de “blindar todo lo posible al cerdo ibérico para que nadie se vaya a producirlo al extranjero”.
“Ya estaba empezando a pasar lo mismo que con el aceite de oliva: algunos se llevaban el jamón ibérico a Italia para lonchearlo y lo vendían como si fuese italiano. Pero ese problema se cortó de raíz”, desliza Fuertes. 
Tampoco era difícil encontrarse con un chorizo de otra procedencia pero con una bandera de España en supermercados húngaros o polacos, añade Alfonso Alcázar, director general del grupo Tello Alimentación. El también presidente del Consorcio del Chorizo Español impulsó dicha asociación —que cuenta con el apoyo del ICEX— precisamente para impulsar y proteger este otro producto en el extranjero.

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