Mientras el barco se hunde, más de la mitad de los pasajeros siguen cenando, igual que en el Titanic.
La
ceguera de tanta gente, que no asocia la pandemia con la carestía, ni
con la excusa de una guerra pactada, ni relaciona las enfermedades
nuevas que padece todo el mundo a su alrededor con haberse inoculado, es
la principal arma del globalitarismo.
Demasiada gente sigue con
sus cuitas de izquierda y derecha sin darse cuenta de que son todos lo
mismo, sirven a los mismos fondos buitre a escala mundial, que crearán
una emergencia tras otra hasta instaurar su régimen de captura de la
Humanidad.
Hay que seguir predicando, hay que continuar despertando gente en nuestro entorno.
No decaiga, continúe, poco a poco somos cada vez más.
Lo crea o no, contamos con la ayuda de Dios, pero hemos de construir el arca ante las burlas de los necios.
Todo
lo predicho se está cumpliendo; mientras conseguir cita médica supone
semanas y enferman vacunados a cientos de miles, el desabastecimiento
creado nos mantiene distraídos.
Sánchez será un angelito
comparado con cuando entre Frijol El Elegido, que va a rematar la
captura total del Reino de España con la Casa Real desactivada.
Ningún partido político que esté ahora en el Congreso es libre, todos están de un modo u otro en la misma nómina.
No entremos al trapo de la política pequeña, es una liga de fútbol amañada para distraernos de lo realmente importante.
Queda poco tiempo para que cierren por completo la trampa y sea imposible escapar.
Despierte a cuantos pueda, llame a sus seres queridos a la insurrección.
Cada
vez que usted cree respirar, la boa 2030 aprieta más su abrazo letal,
cierra poco a poco, nos atrapa como la rana hervida que no quiso ver que
el agua se calentaba.
No piquen en cambios climáticos,
feminismos impostados, refugiados inducidos a huir, contaminación que
crean ellos... todo lo que nos dicen en las TV y radios forma parte de
un guion llamado Ruido.
Mientras entramos al trapo nos ponen banderillas, ya sabemos lo que viene después.
Los
necios que siguen pensando de forma egoísta en sus trabajos, sus
sueldos, sus ahorros y sus hijos con pequeñez de miras, acabarán
perdiéndolo todo por no haber dado un golpe en la mesa a tiempo.
Cada paso que damos no es hacia la salida, es para entrar más en la trampa. Es necesario parar y girar 180º.
Todavía somos la gente, aún somos la inmensa mayoría, nos temen.
Pero si no remamos todos juntos será difícil.
Mete tu mano en el agua y boga, aunque sea con una cuchara, ayudas mucho.
Se nos acaba el tiempo y demasiados siguen dormidos.
Créanme
que si invierten tanto dinero y esfuerzo en engañarnos es porque la
opinión pública les da mucho miedo, puede desactivarlos.
Solo tienen dinero, nosotros somos la Humanidad.
(*) Biólogo y activista
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