viernes, marzo 04, 2022

No culpes al Mar de tu segundo naufragio / Fernando López Mirones *


El déjà vu de cómo actúan los medios de comunicación ahora y hace dos años me causa desasosiego.

La mayoría de la gente ha vuelto a picar en el truco de las emociones y el miedo (imágenes de refugiados y sirenas) que impiden un análisis medianamente objetivo de nada. Ya solo sienten, no pueden pensar.

Con esto no quiero decir que me parezca bien algo o lo contrario, si no que lo han vuelto a hacer, censura, narrativa única y persecución a cualquiera que ose salirse de la versión oficial.

Los rusos no están bombardeando con aviones casas de civiles como nos hacen creer, están entrando por tierra a puntos estratégicos y donde halla resistencia.

A ellos no les interesa destruir y matar a sus hermanos ucranianos ni dejar el territorio arrasado.

Ayer un telediario decía “han bombardeado una guardería” pero olvidaron precisar que por supuesto estaba vacía de niños y llena de milicianos; pequeño detalle sin importancia.

Otra vez el bombardeo real es el de los “expertos” que se basan en las imágenes que ven en las TV pero que no tienen ni idea de lo que pasa en realidad. Da igual, mejor no saber, y decir lo que conviene para que les sigan pagando por decir memeces.

Ucrania es un país moderno lleno de móviles y cámaras, si estuviera pasando lo que dicen habría cientos de vídeos donde se verían esos aviones arrojando bombas sobre la gente y muertos, muchos muertos, no explosiones de noche a lo lejos. No hay ninguno que sea verdad.

El efecto sirena sumado a aviones que pasan de largo sin disparar nada porque van al frente no a los ciudadanos, y la destrucción que vemos, siendo mala por supuesto, son apenas un 1% de los edificios; ya se ocupan ellos de filmarlo bien para dar la sensación de que todo está arrasado.

Cuando el 80% de la información audiovisual son imágenes de esa pobre gente que huye, que es verdad, es porque la guerra real no es lo que cuentan.

Filman el miedo. A esa pobre gente le han hecho dejar sus casas los periodistas con sus crónicas del terror. Los han arrojado a las fronteras aterrándolos, los rusos no están tocando a los que se han quedado, podrían estar en sus casas.

La gente que no se fue, que es mucha más, habla de otra cosa.

Todo es un montaje del que por supuesto participa Putin, pero esto es el desastre que esperábamos y que vendría para hacer olvidar que la gente muere por las inyecciones y que necesitan arruinarnos para eliminar el dinero físico y establecer la la Agenda 2030.

¿Oyeron algo del Donbas?
¿Oyeron algo de la corrupción del gobierno de Ucrania y las “granjas” de niños secuestrados? ¿Oyeron algo de los laboratorios de armas biológicas estadounidenses en suelo ucraniano?

Seguramente no.
Una vez más cuando censuran, ocultan y se hacen poseedores de las verdades algo huele a podrido.

Cuando los estadounidenses entraron en Irak por una armas de destrucción masiva que se demostró después que no existían, estaban “liberando”, lo mismo exactamente si lo hacen los rusos es “invadiendo “ la única diferencia es que después nos han metido cien películas de marines monísimos en sus Hummer y para variar han limpiado lo que fue una invasión en toda regla que nos contaron al revés que esta.

La guerra está aquí, dejen de picar en todos los cebos que nos ponen.
Hablan de “mundo civilizado” ¿se refieren a Pfizer? 

 

(*) Biólogo

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