PALMA.- La Sala de lo Social del Tribunal Superior de
Justicia de Baleares (TSJIB) celebrará el próximo martes, a partir de
las 10.30 horas, el juicio por la demanda interpuesta por diez
trabajadores del yate 'Fortuna', quienes fueron despedidos después de
que Patrimonio Nacional pusiera fin a la adjudicación del servicio de
mantenimiento de la embarcación, según han informado hoy fuentes judiciales.
En concreto, tanto Patrimonio Nacional como Unión Naval Valencia,
que era la mercantil concesionaria del servicio, son los codemandados en
el marco de este procedimiento, en cuya vista oral el organismo público
estará asistido por la Abogacía General del Estado, tal y como han
confirmado fuentes de Patrimonio.
Los demandantes fueron despedidos después de que Patrimonio
Nacional indicase a la empresa adjudicataria la finalización de los
servicios de mantenimiento, tras solicitar el Rey al organismo público
que iniciase los trámites para la desafectación del barco como bien de
la entidad. Los empleados consideran improcedente su despido, por lo que
han decidido llevar a los tribunales tanto a Patrimonio Nacional como a
Unión Naval Valencia.
Cabe recordar que el monarca recibió el 'Fortuna' como regalo de
un grupo de empresarios mallorquines en el año 2000, para sustituir al
anterior 'Fortuna' que Don Juan Carlos había percibido también como
obsequio del Rey de Arabia Saudí a finales de los años 70. Hubo un
primer 'Fortuna', con el que el entonces Príncipe de España compitió en
unos Juegos Olímpicos de Munich de 1972 y que acabó siendo donado al
Museo Olímpico de Barcelona.
Construido por los astilleros de Izar en San Fernando (Cádiz), el
yate actual tiene una cubierta principal con un salón noble, un comedor,
una cocina y un gran puente de mando. En el piso inferior, tiene cuatro
camarotes, dos reservados para el Rey y sus invitados, que ocupan toda
la manga, y otros dos a ambas bandas del pasio central.
Según indicaron fuentes de Casa Real, en 2012 el Rey sólo navegó
con el 'Fortuna' un solo día, el 13 de agosto. Ese día, el monarca
almorzó en alta mar con la tripulacion del barco, que permaneció unas
ocho horas navegando. Los técnicos de mantenimiento habían aconsejado
mover el yate, que llevaba ya mucho tiempo sin salir de puerto, y el
monarca decidió acompañar a la tripulación, según informó entonces
Zarzuela.
Desde que se decidió recortar gastos, la Familia Real salía a
navegar con el 'Fortuna' de forma excepcional, ya que llenar el depósito
del yate cuesta 25.000 euros. En su lugar utilizaban la lancha 'Somni',
propiedad del armador Josep Cusi, que éste pone a disposición del Rey
todos los veranos.
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